No se puede medir a la clásica. Sí, a esa, a la de aquellos tiempos en los que el stop-motion daba vida a esas maravillosas criaturas creadas por el genio Harryhausen. Pero la película tiene factores positivos: los efectos especiales son muy buenos, las criaturas están maravillosamente diseñadas. The Rock, que aunque carece de experiencia para los momentos cómicos en su carresa ofrece lo que puede y se agradece ese esfuerzo. La ambientación es genial, tanto la de origen provocado por la naturaleza como la ciudad perdida de la Atlántida. La fotografía es buena y la coloración es variopinta y muy pintoresca, lo que hace que la gama de contraste entre efectos visuales y actores se congreguen adecuadamente. La duración, perfecta para esta clase de cine familiar que seguramente disfrutarán los más pequeños de la casa. Lo negativo parece ser lo más importante en una película: guión simplón (pero que funciona en este tipo de filmes), algunos personajes se hacen más planos a la hora que se desinfla el susodicho guión. No obstante la banda sonora acompaña muy bien y junto a la dirección artística y efectos especiales aumentan la nota del filme en general. Y como siempre, es un placer disfrutar de un grande como Caine, aunque sea en este tipo de películas que algunos critican de serie b para desperdiciar el tiempo... pero que no es así. La cosa está en gustos, señores... no todo tienen que ser gangsters y mafiosos para que se lleven las mayores puntuaciones y alabanzas. Una grata sorpresa. Y ahora... a por la primera parte, que por desgracia no he podido ver todavía. Saludos.