Genial. Genial. Genial. Una película de verdad. Te importan los protagonistas, sus historias de perdedores intentando hacerse un hueco en la sociedad como pueden. Una banda sonora eléctrica en las secuencias de acción y tremendamente conmovedora en los momentos dramáticos. En todos los aspectos se trata de un filme muy bien realizado, interpretado y caracterizado.
La interpretación de Rourke es inmensa. Sin duda la mejor de su carrera. La de Tomei es sencillamente brillante, acompañando perfectamente a la de Rourke en el film.
Hace falta más cine de este tipo. Brillante y resplandeciente en cuanto a interpretación. El ritmo de la cinta es variable pero se justifica en cada momento, ya sea para las escenas de lucha, para las íntimas de cada protagonista y especialmente para las dramáticas, en las que la escena se prolonga, pero para beneficio del respetable, ya que ahí ahonda la verdadera esencia del filme. Descubriendo los momentos que fueron de éxito y quedando ahora los resquicios de una vida rota que el protagonista intenta por un momento remontar.
Intensa, sin tapujos. Mostrando un excelente nivel de realismo. Impagables las secuencias de segumiento de cámara tras el protagonista, lo cual hace sentir un climax de incomodidad ante el gesto derrotado del protagonista.
En suma un filme sobresaliente. De visionado casi obligatorio. Una mezcla intensísima de derrota y aspiraciones a recuperar lo perdido y aceptación final de donde realmente está tu sitio en la vida.