¿Terror? juvenil ochentero propiciado por la enésima adaptación de una novela de Stephen King, ésta publicada en 1983 con el título de "El Ciclo del Hombre Lobo". Ambientada en 1980, sale en un periódico, tras un prólogo en 1976, "Miedo Azul" se ha rodado con escasos medios pero sí muchas ganas si bien la acción propiamente dicha se hace bastante de rogar. En concreto el diseño del hombre lobo, aunque mejorable, cumple. Además, siempre preferiré a un señor metido en un traje que una recreación informática. En conjunto, la película es simplona, sobre todo por la trama, pero refleja bien, aunque de forma escueta, el encanto de la época.

Catorce y once años tienen nuestros protagonistas, Jane (Megan Follows), la narradora, y su hermano Marty (Corey Haim), que va en silla de ruedas. Viven en un pequeño pueblo de Maine, siempre el Este en este género fantástico, como no, donde empiezan a ocurrir unos extraños ataques que van causando la muerte a varios vecinos. Ellos tienen la clave: el culpable es un hombre lobo. "Miedo Azul" no causa ni remotamente miedo pero sí tiene, además de frescura inocente, intriga para desvelar la identidad del culpable debido especialmente a la proliferación de personajes sospechosos. Te recuerda a títulos como "Noche de Miedo" del mismo 1985. Es aceptable.