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5
Thriller. Drama. Intriga Basada en hechos reales. Tras el asesinato de varios atletas israelíes por el grupo terrorista palestino "Septiembre Negro" durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, un agente especial del Mossad tuvo que ejecutar una misión altamente secreta: asesinar a los responsables. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2012
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
De entrada creo que todo el mundo, o al menos la mayoría de nosotros, estará de acuerdo en que por muy brutales que pueden ser las acciones de una persona, el procedimiento a seguir deberá ser siempre, su detención, juicio y condena. Siendo así ¿Por qué no se hace? Se supone que la justicia es ciega e imparcial pero una buena parte de la opinión pública (palestina y musulmana especialmente) estaría a favor de estos terroristas. Por eso, aunque aleguemos que sus acciones no dejan de ser simples asesinatos que "vulneran los derechos humanos", se percibirá una muy sospechosa instrumentalización de la propia justicia pues a la postre servirá para condenar, explotar y negar sus derechos al pueblo palestino (según su terminología). A fin de cuentas, me condenas según tus leyes que no comparto porqué están hechas para oprimirme. Me temo que ante esta situación en la que se niega la universalidad de la ley, incluida la panacea progresista de los propios Derechos Humanos, no hay más salida para las mentes liberales que la lógica del Coronel Kurtz de "Apocalipsis Now": no tienes derecho a juzgarme pero si a matarme. Las autoridades israelíes toman buena nota y, certificada la derrota de la Justicia, aceptan la consigna de Kurtz: no se les detiene y se les juzga sino que se les elimina.

Dicho lo cual, la película de Steven Spielberg retrata la venganza (o justicia, según se mire) que los servicios secretos israelíes aplican a los presuntos responsables de la matanza de los juegos olímpicos de Munich. Aunque la historia pudiera parecer buena, una vez en harina, se hace poco interesante, repetitiva, plana y cansina, puede que por sus más de 160 minutos de duración. Aún así el tema da mucho juego para las reflexiones morales o políticas, faceta que la cinta solventa con bastante superficialidad, justo para salir del paso. Del mismo modo la historicidad del intento deja bastante que desear, en especial, en la forma un tanto burda que tiene de trabajar el comando israelí. Eso de llegar a una ciudad y sin hacer nada, alguien te informa del paradero de todo quisqui te suena demasiado increíble para ser cierto.

Es verdad que Spielberg trata de ofrecer algo más que una ristra de asesinatos. Sin embargo no acierta, puede que por las presiones de lo "políticamente correcto" (SPOILER). Por ejemplo, la psicología del protagonista es desconcertante: de apocado a psicópata para pasar luego a quemado y paranoico. Del mismo modo las reflexiones éticas que uno espera, las dudas, enfrentamientos, etc. acaban pasando a un discreto segundo plano, posiblemente porque ni el mismo Spielberg sabe si lo que están haciendo está mal o bien.

En cierta ocasión se me preguntó si simpatizaba más con los israelíes o los palestinos y me respuesta fue que yo estoy con los británicos, la potencia que ejercía el protectorado sobre el territorio desde 1917 año en que fue ocupado y que por el bien de todos debería haber seguido ejerciéndolo. La idea es la existencia de un poder por encima de las voluntades e identidades de judíos y palestinos (es la misma justificación para una monarquía absoluta). Sin embargo, me temo que tanto los nacionalismos respectivos como las ideas de democracia y soberanía del pueblo hicieron imposible esta solución, al precio que todos sabemos: terrorismo incesante, varias guerras, pobreza, odios, violencia extrema, etc.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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