Vaya por delante que no he leído el cómic original en el que se basa esta serie de "Sandman", pero si me he molestado por informarme lo suficiente para conocer que los cambios que se han producido la llevan a convertirse en un mero vehículo de adoctrinamiento progre. La presión de lo que se llama ahora el pensamiento woke es tan asfixiante que ya son muchos los que se levantan a denunciarlo sin tapujos, cuando hace unos años, muy pocos como un servidor nos atrevíamos. Así que por ese lado, me alegro. En cualquier caso, los creadores de esta versión han decidido, porque les da la gana, cambiar el sexo, la raza, la orientación sexual y algunos detalles más de casi todo el elenco, denotando en la jugada no sólo una falta de respeto absoluto por el cómic tal y como es, sino el deprecio o el odio que sienten hacia el hombre blanco heterosexual, reducido a villano. Es decir, que en esta serie casi todo es minorías étnicas, homosexualidad, algo de interracialidad, géneros no binarios y por supuesto, mujeres empoderadas que lo mismo se enfrentan a demonios que a ladrones con navaja en mano.

Algunos alegarán que el cambio de personajes no es tan importante pero me temo que sí lo es porque entonces ya no te puedes tomar en serio el producto. Cuando ves, por ejemplo, a una negra paseando como una gran señora en la Inglaterra del siglo XÏV sin que nadie se sorprenda, como si fuera algo de lo más normal, entonces la credibilidad del relato se derrumba. Ya no me estás contando algo real, por mucha ciencia ficción que sea, sino una fantasía, que en este caso es feminista, LGTBi y racialmente inclusiva. Y como lo importante es este postureo woke, toda la trama va a quedar subordinada a ese fin. Por eso el resultado de "Sandman" es decepcionante, diez capítulos, más otro extra especial, aburridos, insípidos y sin una unidad clara, que no explican bien el mundo que recrea ni cada uno de sus elementos, con un desarrollo facilón, arbitrario y a menudo falto de lógica. Es cierto que quizás parte de la culpa esté en el material original pero en vez de corregirlo, como te da igual porque lo que tienes en mente es la agenda ideológica progre, vuelves a replicar los mismos errores del cómic sin inmutarte.