Con el agravante de estar basada en hechos reales, Scott Walker nos introduce en un relato turbio sobre un asesino en serie, Robert Hansen (John Cusack) que en los años 70 y 80, secuestró, violó y asesino en cacerías humanas a varias chicas, generalmente relacionadas con la prostitución, en el norteño estado de Alaska. Vista así, la película tiene muy poco intriga porque conocemos la identidad del psicópata, incluso intuimos que al final va a ser detenido pero por lo menos nos deja cierta tensión por la suerte de Cindy Paulson (Vanessa Hudgens), que es el elemento fundamental en la trama. Por lo demás "Caza al asesino" se desarrolla con corrección aunque sin ninguno tipo de recurso novedoso, ni giro enervante, ni apenas acción.

La parquedad del guión viene condicionada por la exactitud de los hechos de los que no se separa el director. Por este motivo, el material explosivo con el que cuentan acaba un tanto aguado para convertirse en un thriller entretenido pero más tópico de lo que debiera ser. Dicho esto, el atractivo principal de "Caza al asesino" es Vanessa Hudgens, que de ser una chica Disney bastante mona pasa a convertirse en una atractiva mujer de la calle metida en un horror. Su complicada situación, su juventud y su fragilidad sólo me despierta compasión y tristeza, no como con Bridget Fonda en "El beso del dragón" (2001), que te ponía a cien. Me pregunto qué clase de monstruos son capaces de explotarlas y no ofrecerles una sincera ayuda.