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España España · Barcelona
Voto de Sémele:
7
Drama En 2001, Billy Beane (Brad Pitt), director general de los Atléticos de Oakland (béisbol), se hizo famoso al conseguir grandes éxitos por medio del método "Moneyball", programa que consiste en construir un equipo competitivo con menos recursos económicos que la mayoría de los equipos de las Grandes Ligas y empleando métodos estadísticos por ordenador para coordinar a los jugadores. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante reflexión sobre el mundo del deporte. El mánager de los Oakland Athletics, un equipo muy modesto de béisbol, quiere un equipo competitivo para superar de una vez por todas los play-off. El problema es que la economía no acompaña y los buenos jugadores de su equipo se marchan para otros equipos con muchos más recursos económicos. La falta de medios y oportunidades alimenta el ingenio: ¿Por qué no crear un equipo competitivo con un método que sobre el papel parece infalible? Por estadística se puede encontrar todo lo que necesita un equipo para funcionar. Sólo hace falta encontrar a los jugadores adecuados... con escasos medios.

Película con un trasfondo deportivo que propone algunas reflexiones certeras. Billy Beane (Brad Pitt), antiguo jugador de béisbol y, en la actualidad, mánager de los Oakland, en su interacción con su ayudante, el joven y regordete Peter Brand (Jonah Hill), economista experto en béisbol, y con otros personajes expone ideas con cierta profundidad. Hay muchísimas preguntas interesantes: ¿Un equipo rico triunfará siempre, aunque sólo sea por los medios disponibles? ¿Un equipo pobre fracasará haga lo que haga por su falta de medios? ¿Pagarle una fortuna a un deportista equivale a convertirle en mejor de lo que es? ¿Aprovechar lo que otros no quieren puede ser positivo a la larga? ¿Traspasar a un jugador puede ser como liberarse de un lastre? ¿Un ojeador de jóvenes promesas siempre acierta? ¿O también puede fallar y, con ello, arruinar una vida? ¿La falta de confianza de un deportista puede ser clave en su carrera deportiva? Todo ello amenizado con una cámara que se mueve con elegancia.

No es la típica película deportiva (aquí no hay héroes que levantan trofeos al final), sino un viaje a los entresijos de un deporte que mueve masas en EUA (se ven más los despachos, los vestuarios, los pasillos interiores... que el terreno de juego). Y ahí entran en juego los actores, con un eficaz Brad Pitt a la cabeza, acompañado de los también eficaces Jonah Hill y Philip Seymour Hoffman (en uno de sus últimos papeles), que se proponen hacernos pensar sobre lo que se esconde detrás de las pasiones y los sueños. Un personaje, el de Pitt, con las convicciones claras y la resolución suficiente para llevar a un buen puerto (o intentarlo) un proyecto tan increíble como estimulante. También con sus dosis de irascibilidad, muy cinematográfica. Además esta visión deportiva de David contra Goliat, aunque al final se centre solo en este David, está cargada de autenticidad y de dosis de realismo para que no haya dudas de que tratar de realizar un sueño conlleva pegarse algún que otro testarazo.
Sémele
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