Media votos
4,3
Votos
1.935
Críticas
84
Listas
12
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Bélica:
2
6,7
25.973
Drama
Nueva York, 1961. Llewyn Davis (Oscar Isaac) es un joven cantante de folk que vive de mala manera en el Greenwich Village. Durante un gélido invierno, con su guitarra a cuestas, sin casa fija y sin apenas dinero lucha por ganarse la vida como músico. Sobrevive cantando en pequeños garitos, pero, sobre todo, gracias a la ayuda de algunos amigos que le prestan su sofá para pasar las frías noches. De repente, decide viajar a Chicago para ... [+]
2 de diciembre de 2014
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando pase el tiempo seguramente nadie te recuerde. Yo ya me había olvidado de ti incluso antes de empezar a verte.
Lo simple no tiene que ser aburrido, ni lo complejo emocionante. Qué va. Pero Llewyn Davis es simple, es aburridísimo, también es feo, bastante feo, y no tiene gracia, ni mucho talento; no le tienes cariño, ni siquiera te da pena.
Me gustan las películas lentas, que se toman su tiempo para no precipitarse, y que tienen un buen desarrollo y desenlace. Ese no es el problema.
Aquí donde está el problema es que no hay desarrollo ni desenlace. Eso sí, hay un gato muy bonito.
Mi punto a favor es que la música es real, ellos son reales, y eso se agradece. Porque no hay cosa que odie más que ver un film donde el actor está tocando un instrumento y no sabe ni cogerlo. Empieza a mover las manos a lo loco y todo queda muy cutre. Como por ejemplo: “A Late Quartet”, que sí, se esfuerzan. Pero no cuela.
Joel y Ethan Coen. A veces os quiero y os respeto, otras os odio y no os soporto. Venga, más empuje para vuestro próximo proyecto que este ha sido una castaña.
Lo simple no tiene que ser aburrido, ni lo complejo emocionante. Qué va. Pero Llewyn Davis es simple, es aburridísimo, también es feo, bastante feo, y no tiene gracia, ni mucho talento; no le tienes cariño, ni siquiera te da pena.
Me gustan las películas lentas, que se toman su tiempo para no precipitarse, y que tienen un buen desarrollo y desenlace. Ese no es el problema.
Aquí donde está el problema es que no hay desarrollo ni desenlace. Eso sí, hay un gato muy bonito.
Mi punto a favor es que la música es real, ellos son reales, y eso se agradece. Porque no hay cosa que odie más que ver un film donde el actor está tocando un instrumento y no sabe ni cogerlo. Empieza a mover las manos a lo loco y todo queda muy cutre. Como por ejemplo: “A Late Quartet”, que sí, se esfuerzan. Pero no cuela.
Joel y Ethan Coen. A veces os quiero y os respeto, otras os odio y no os soporto. Venga, más empuje para vuestro próximo proyecto que este ha sido una castaña.