Seco y bizarro trhiller, en el que Bob Hoskins se luce en un papel de mafioso que respira autenticidad por todas partes, delincúentes y policias que se comportan como son en realidad, garrulos y sociopatas por igual,Con el contrapunto de la deliciosa Helen Mirren, socia y mujer de Hoskins, el papel del IRA en la trama lo veo algo irreal para mi gusto , pero dada la situacion politica de la epoca lo entiendo (los malvados irlandeses) .Tambien uno de los duros por excelencia del noir, el siempre carismatico Eddie Constantine, en un papel secundario de mafioso americano.En cuanto a violencia y brutalidad los gansters ingleses no tienen nada que envidiar a sus homologos americanos. En resumen un trhiller que creo escuela y hoy injustamenté olvidado. A reivindicar.