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España España · Zaragoza
Voto de JVMarq:
7
Romance. Drama. Ciencia ficción Un escritor que creía escribir sobre el futuro, en realidad estaba escribiendo sobre el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de cuando en cuando con dirección al año 2046. Todos los que subían a él lo hacían con el mismo propósito: recobrar los recuerdos perdidos. Se decía que en 2046 nada cambiaba. Nadie sabía a ciencia cierta si eso era verdad, porque ninguno de los que viajaron regresó jamás. Con una excepción. Él estuvo ... [+]
1 de febrero de 2009
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde mi posición privilegiada, pude escuchar los sueños, fantasías y pasiones de un escritor con historias que contar. El señor Chow era un tipo especial. Podía comprobarlo cada vez que me lo cruzaba por los pasillos del hotel. Diría que era mujeriego, pues mas de una vez le vi bien acompañado de mujeres de las que no se olvidan. Aunque podía percibir que era un hombre que disfrutaba de los momentos de soledad. Un tipo que como todo escritor tenia que tener una imaginación desbordante.
En alguna que otra ocasión me contó lo que estaba escribiendo. Un cuento sobre una historia de amor entre un humano y un androide en el futuro. Lo cierto es que el tema me apasionaba, pues también quería escribir relatos de ficción. Por ello sentía cierta envidia sana del señor Chow, que guardaba esa historia como un secreto. De esos secretos que se susurran en el hueco de un árbol, para después recubrirlo con barro y que éste se conserve en el devenir de los tiempos. Aun así me confiaba muchos detalles de sus historias. Diría que sin ser amigos del alma, los dos teníamos una conexión especial. A veces no hablabamos en dias y me veia empujado a convertirme en una especie de voyeur, escuchando y observando todo lo que ocurría en aquel lugar.
Tiempo después el señor Chow se fue de viaje. Fue entonces cuando, en búsqueda de la inspiración perdida, aproveche para instalarme en su habitación. Quise sentir esa magia que debía habitar en aquel sitio, pero lo único que encontré en mi estancia, fue un vació rotundo y seco. No sentí absolutamente nada.
No obstante no podía quitarme las piezas de un puzzle que el señor Chow habia dejado incompleto dentro de mi mente. Ahora solo me quedaba esperar su regreso y escuchar de nuevo sus cuentos sobre un futuro, sobre un tren con un destino claro, sobre el pasado, el futuro y el amor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JVMarq
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