EL ÁRBOL DE LA VIDA (2011)- Terrence Malick

Hoy vamos a hablar de esta película. La verdad que quería haberlo hecho hace tiempo, pero necesitaba comprenderla más para ser mas objetivo. Aún así siendo una cinta intimista y sutil, que está llena de gestos, miradas; llena de una atmósfera especial, no logró emocionarme del todo. Me esperaba más, sentir más.
Terrence Malick siempre ha creído en la magia de las imágenes, apostando de una manera muy estilista, con una lenta cadencia de secuencias que desprenden sueños como realidades...
En cierta manera la cinta no tiene una narración al uso, eso hace que la banda sonora tome una importancia descomunal; es sublime, combinándola con el espectáculo de imágenes en un largo y sentido poema audiovisual.

El tema principal de la película es la creencia de Dios. La humanidad siempre ha creído desde tiempos inmemoriales en la existencia de los Dioses. Alguien superior al ser humano. Dios como sumatorio y creador de todos los seres sin excepción. El Sol como Dios en tantas culturas, o la estrella solar como Diosa, si recuperamos la rica feminidad de la Madre Naturaleza, o Madre Tierra, que todo lo soporta como máxima expresión del amor. La madre a la que estamos vinculados siempre.
Terrence Malick nos ofrece en "El árbol de la vida" su particular visión sobre la creación. El vinculo entre los seres humanos, nuestra absoluta pertenencia al otro, y en la misma medida a todo los demás. Una lucha, (en definitiva) entre la vida y la muerte; el pasado y el presente; el espacio-tiempo.

UNA VISIÓN MÍSTICA DEL ORIGEN DE TODO

En resumidas cuentas, la película es compleja, y puede tener múltiples lecturas, pero lo que está claro, es que es de inaudita belleza. El director nos tiene acostumbrados a utilizar el cine como un artilugio de magia que llena cada encuadre con una absoluta plasticidad de imagenes.
Es un alquimista del cine.

TEOLOGIA EXISTENCIAL.