Hay tantas cosas malas en esta película que resulta hasta difícil clasificarlas. No obstante, empezare con lo bueno que es bien poco.


Pedro Almodóvar se rodea de un grupo de actrices de categoría como la consagrada Aitana Sánchez Gijón, Penélope Cruz y Rossy de Palma (aunque aquí hace una interpretación bastante secundaria). He mencionado a las más famosas pero las dos grandes protagonistas son Penélope Cruz y una desconocida Milena Smit(quien creo que tiene bastante más potencial de lo que aquí se muestra). En su inicio la cinta nos cuenta el encuentro inesperado de dos mujeres que van a ser madres el mismo día. Ambas no podrían ser más diferentes. Vienen de ambientes sociales y políticos radicalmente opuestos y sus circunstancias personales hacen que parezca que no tienen absolutamente nada en común. Lo único que las une es la maternidad y el hecho de compartir la misma habitación durante su estancia en el hospital antes de dar a luz.


Hasta aquí llega lo bueno. Por lo visto se tomó bastante en serio esa frase de que ‘’lo bueno, si breve, dos veces bueno’’. Almodóvar que quiere hacerse el moderno y no sabe cómo nos vuelve a colar una historia de cambio de bebes (de esas que estamos tan acostumbrados a ver los sábados y los domingos por la tarde en Antena 3). Para diferenciarse de este producto, decide caracterizar a sus dos protagonistas como dos taradas que llevan su propia locura y sus neuras a extremos insospechados. Para mí gusto, la película dejo de ser creíble cuando una de ellas toma una decisión que le da un giro a la trama irracional y descabellado. En ese punto deje de entender a los personajes y me fue imposible empatizar con ellos. Nada de lo que ocurre a partir de ese momento tiene un mínimo realismo. Al hacer que su personaje tome esa decisión, el guion arroja la coherencia a la basura y ya no vuelve a estar presente en ningún momento del film. Los personajes secundarios tampoco ayudan. Los hombres son retratados como machitos cavernícolas y el resto de mujeres que rodea a las dos protagonistas aporta bien poco a la trama, hasta el punto de aburrirte con cada intervención.


Tras eso, se sucede un espectáculo bochornoso de idas y venidas que carecen de sentido. Se intenta mezclar temas tan diferentes como la memoria histórica, la maternidad, el feminismo e incluso el colectivo LGTBI (sigo sin entender esa secuencia de fotos de Daniela Santiago, como actriz merecía mucho más que ser paseada dos minutos para mostrar que se está a favor de ese colectivo y que el director es muy abierto). Mezclar temas tan diversos podría haber dado un buen resultado. Sin embargo, ninguno de ellos es llevado a buen término. Lo de la memoria histórica parece más bien un elemento de propaganda que ha sido incluido en el último momento para hablarnos de la ideología política del director. Se podría haber hecho una película muy buena con este tema, pero la manera en la que está desarrollado es realmente patética y vergonzosa. En vez de defender la memoria histórica, la convierte en un chiste de mal gusto. La figura de la madre soltera y la maternidad también podría haber sido desarrollada de una mejor manera, pero al final nos encontramos ante tres madres desequilibradas (si tres) que nunca debieron ser madres porque no estaban preparadas, no lo deseaban o les vino impuesto por su entorno. La maternidad y la paternidad no es para todos. Si no estás preparado psicológicamente es mejor que te lo replantees y abandones la idea de ir dejando cadáveres emocionales a tu paso. Es más, si esas tres mujeres hubieran decidido abortar nos habríamos ahorrado esta historia tan absurda. Me convence más como película pro aborto que como obra sería capaz de dar explicación a alguno de los temas que trata. Respecto al colectivo LGTBI no era necesario cambiar sin previo aviso la sexualidad de dos mujeres claramente heterosexuales para desarrollar una escena de sexo lésbico cuyo único cometido es despertar el morbo del espectador, porque ni aporta nada a la trama ni supone una relación entre los personajes que se desarrolle después o tenga un significado importante.


En fin, supongo que algo así gustara a fanáticos acérrimos de Almodóvar(a los que les guste hasta que el director les mee encima) y a gafas de pasta super modernos que se emocionan con lo que el resto de seres humanos no entienden. Si tienes cerebro y criterio propio, esta no es tu película. Es más, tras verla sentirás que Almodóvar se ha reído en tu cara. Su visionado resulta un insulto a la inteligencia humana. Por favor, no perdáis 123 minutos de vuestro valioso tiempo visualizando este batiburrillo de despropósitos. Le pongo un dos por las actrices y considero que es una valoración bastante benevolente.


Posdata: No soy una gran conocedora de la filmografía de Almodóvar. Tan solo he disfrutado con dos de sus películas: ''Volver'' y ''La piel que habito'' pero hace falta muy poco para darse cuenta de que ''Madres paralelas'' es un bodrio de dimensiones colosales que no está a la altura del resto. Aún sigo sin explicarme como un esperpento como este ha ganado tantos premios.