En 1999 Matt Groening y David X. Cohen creaban la serie que en un principio se creía acabaría por relevar a la célebre familia Simpson creada por Groening en 1988; una apuesta arriesgada, sin duda, pero que durante sus cuatro temporadas evolucionó más rápido y mejor que Los Simpson en muchos sentidos, principalmente por el buen hacer de sus guionistas y de sus animadores, que crearon un grandioso y detallado universo con sus habitantes, mundos y costumbres y unos personajes carismáticos y característicos que se hacen con el espectador enseguida.

Ambientada en un surrealista y desternillante futuro, en donde hay cabinas de suicidio por solo 25 centavos y las cabezas de los famosos se conservan en tarros, en ella se nos narran las peripecias de Philip J. Fry.

El hecho de que la base de la historia sea un universo basado en miles de fricadas de ciencia-ficción y fantasía, al contrario de la base mas "real" si cabe de Los Simpson, hace que los argumentos den pie a un humor mucho mas bestia y surrealista, pero sin dejar de lado la crítica social ácida que caracteriza a Los Simpson, ya que en ese año 3000 hay muchas cosas que nos recuerdan a nuestra época.

En definitiva, Futurama empezó con una brillante primera temporada que fue a la alza y que seguiría así durante la segunda, con algunas subidas y bajadas durante las dos siguientes pero manteniéndose excelentemente de todos modos.