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Voto de JACHi:
2
5,2
4.591
Intriga. Thriller
Basada en una historia real sucedida en Alaska. Robert Hansen (John Cusack) era un padre de familia que se dedicaba a contratar prostitutas en Anchorage a las que luego secuestraba, torturaba y violaba; después las llevaba a una remota cabaña en su avioneta. Una vez allí, las liberaba para darles caza como si fueran animales. El agente de la policía Jack Halcombe (Nicolas Cage) está decidido a atraparle. Para ello cuenta con la única ... [+]
3 de marzo de 2018
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de entrar en harina... de otro costal (¿qué es un costal?), dejadme deciros que yo tengo una regla de cuando me repanchingo en el sillón de estar a gusto, Coca-Cola en mano y patatuelas en la mesa. Si enciendo la tele y, en el transcurso del consabido zapping, aparece la cara de Nicolas Cage, mi regla es que tengo que ver la película hasta el final. SEA LA QUE SEA. No sé por qué me ha venido esto, pero creo que tiene que ver con el hype asesino que padece el “mediano” de los Coppola (y por cierto, mi favorito) desde hace un tiempecillo. Como rascando tan sólo un poquitín, se descubre que los perpetradores de dicha ola son gente muy tonta, e iletrada, e incluso podemita, pues no puedo más que ir a contracorriente (una vez más) y cantar las alabanzas de este impresionante actor. Del que digo más, ya ‘actor’ es una palabra que se le ha quedado pequeña. Pues yo le considero a mucha honra ‘HOMBRE DE CINE’.
Veréis, yo admiro enormemente a los actores que no paran de hacer cosas. Pelis, series, cortos, anuncios, documentales, televisión, u lo que sea. De los que jamás dicen “NO”, vaya. Nicolas tiene cerca de noventa películas, ¡¡¡90!!!, y su carrera dio comienzo hace treinta y cinco años escasos. Lo siento pero no puedo evitar la genuflexión ante estos números. Y que siga haciendo pelis como churros (a razón de cinco por año) hace que le adore todavía más. ¡Y que la mitad de lo que haga se considera Serie-B me entusiasma más aún!
Resulta que hay otro tipo de actor que me interesa muchísimo menos. Vamos, inversamente proporcional a las babas que provoca en el vulgo idiota, sujetos del estilo de Daniel Day-Lewis. “Oh, miradme, uuuuu, sólo elijo papeles que me aporten, y que me hagan brillar, uaoooo”. Empezó antes que Nicolas Cage, y llevará veinte largometrajes a lo mejor. En mi baremo (y mi baremo mola que te cagas) Nicolas gana por obscena goleada. No os extrañe que una de las personas que más admire (y envidie) del mundo sea nuestro compatriota Antonio Mayans, cuyos créditos andan cerca de ¡¡¡Los doscientos!!! cuando le queda poco para cumplir ochenta añazos, y dio sus primeros pasos en REY DE REYES (1961). Y no tiene ganas de parar.
Aclarado mi des-odio por el sobrino de Francis Ford, entremos en materia:
(sigo en spoiler)
Veréis, yo admiro enormemente a los actores que no paran de hacer cosas. Pelis, series, cortos, anuncios, documentales, televisión, u lo que sea. De los que jamás dicen “NO”, vaya. Nicolas tiene cerca de noventa películas, ¡¡¡90!!!, y su carrera dio comienzo hace treinta y cinco años escasos. Lo siento pero no puedo evitar la genuflexión ante estos números. Y que siga haciendo pelis como churros (a razón de cinco por año) hace que le adore todavía más. ¡Y que la mitad de lo que haga se considera Serie-B me entusiasma más aún!
Resulta que hay otro tipo de actor que me interesa muchísimo menos. Vamos, inversamente proporcional a las babas que provoca en el vulgo idiota, sujetos del estilo de Daniel Day-Lewis. “Oh, miradme, uuuuu, sólo elijo papeles que me aporten, y que me hagan brillar, uaoooo”. Empezó antes que Nicolas Cage, y llevará veinte largometrajes a lo mejor. En mi baremo (y mi baremo mola que te cagas) Nicolas gana por obscena goleada. No os extrañe que una de las personas que más admire (y envidie) del mundo sea nuestro compatriota Antonio Mayans, cuyos créditos andan cerca de ¡¡¡Los doscientos!!! cuando le queda poco para cumplir ochenta añazos, y dio sus primeros pasos en REY DE REYES (1961). Y no tiene ganas de parar.
Aclarado mi des-odio por el sobrino de Francis Ford, entremos en materia:
(sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Este es OTRO más de esos casos en que la sinopsis resulta mucho más apasionante que la película en sí. Y esto es porque los hechos reales en los que se inspira son extremadamente bizarros. De los que piensas que ojalá nunca hubieran sucedido, pero que ya que han sucedido, te quieres enterar hasta del último detalle.
(Sí. Somos morbosos y cotillas por naturaleza.)
En este caso se esmeraron en una producción muy cuidada, con actores prestigiosos (y buenos), y presupuesto alto para una historia como esta. La foto es estupenda... la banda sonora también...
Todo bien. ¿Pero qué ocurrió?
Para empezar, el planteamiento de peli medio de acción, o desde luego, bajo la sombra (que todavía dura) de SEVEN, no le pega nada a estos personajes y a estos sucesos. Lo cierto es que una investigación policial sobre un asesino en serie que lleva años operando no dura dos semanas (que en algún momento lo dicen en la peli). Puede que no dure meses tampoco. Y puede que con suerte, pillen al cabrito antes de una década.
Me da la impresión, por lo poco que me he informado del tema, de que investigar asesinatos ha de ser un trabajo meticulosísimo, arduo, ingrato, y que requiere de una paciencia extrema, y una mente en su sitio y a prueba de bomba. Para mí, lo mejor y más creíble que he visto nunca es la TV-movie de 1995 CIUDADANO X, que no tiene acción, ni es trepidante, ni hay persecuciones. Es una investigación fría y lenta. Y como es un peliculón (y sabe aprovechar sus ases) resulta apasionante de principio a fin.
CAZA AL ASESINO raya en el ridículo en demasiadas situaciones (aunque mención especial para el finalazo “¡debí matarte aquella vez!”). Los macabros homicidios pasan a segundísimo plano demasiado pronto, y por tanto, el ingrediente del (necesario en estos casos) morbo o gusto por la sangre queda horriblemente mal dosificado.
Pero el castañazo verdadero lo representa el personaje de la prostituta superviviente. Ay, ay ay. Sin entrar en que la tal Vanessa Hudgens no parece puta ni por el forro por más disfraz que le pongan, ni hace bien el papel (es una muy mala actriz), el minutaje que conceden a esta tía me llevó a poner mis cejas de extrañamiento hasta que esta mierda terminó. Y fue entonces cuando intuí que Vanessita se había ganado los favores bien del Weinstein de turno, bien del inexperto director, y logró convencerles de que su cara redonda y desagradable saliese más en la pantalla que las de los dos supuestos protagonistas, policía y psicópata. No creo que valiera la pena arruinar una peli semi-decente por una tipa que, indefectiblemente, iba a ser olvidada muy pronto.
Esto me enervó. Y cada nueva escena con ella de centro de atención, me ponía más encorajinado en contra de esta película, que sí. Que al final resulta ser mala de huevos.
La ya ultra-pasada de moda cámara revoloteando tantísimo termina de amargar este potaje de, como ya adelanté, sabrosos ingredientes pero resultado rancio.
El firmante Scott Walker la cagó bien en su debut. Le vino muy grande tener en sus manos a dos totems como Cusack y Cage.
(Sí. Somos morbosos y cotillas por naturaleza.)
En este caso se esmeraron en una producción muy cuidada, con actores prestigiosos (y buenos), y presupuesto alto para una historia como esta. La foto es estupenda... la banda sonora también...
Todo bien. ¿Pero qué ocurrió?
Para empezar, el planteamiento de peli medio de acción, o desde luego, bajo la sombra (que todavía dura) de SEVEN, no le pega nada a estos personajes y a estos sucesos. Lo cierto es que una investigación policial sobre un asesino en serie que lleva años operando no dura dos semanas (que en algún momento lo dicen en la peli). Puede que no dure meses tampoco. Y puede que con suerte, pillen al cabrito antes de una década.
Me da la impresión, por lo poco que me he informado del tema, de que investigar asesinatos ha de ser un trabajo meticulosísimo, arduo, ingrato, y que requiere de una paciencia extrema, y una mente en su sitio y a prueba de bomba. Para mí, lo mejor y más creíble que he visto nunca es la TV-movie de 1995 CIUDADANO X, que no tiene acción, ni es trepidante, ni hay persecuciones. Es una investigación fría y lenta. Y como es un peliculón (y sabe aprovechar sus ases) resulta apasionante de principio a fin.
CAZA AL ASESINO raya en el ridículo en demasiadas situaciones (aunque mención especial para el finalazo “¡debí matarte aquella vez!”). Los macabros homicidios pasan a segundísimo plano demasiado pronto, y por tanto, el ingrediente del (necesario en estos casos) morbo o gusto por la sangre queda horriblemente mal dosificado.
Pero el castañazo verdadero lo representa el personaje de la prostituta superviviente. Ay, ay ay. Sin entrar en que la tal Vanessa Hudgens no parece puta ni por el forro por más disfraz que le pongan, ni hace bien el papel (es una muy mala actriz), el minutaje que conceden a esta tía me llevó a poner mis cejas de extrañamiento hasta que esta mierda terminó. Y fue entonces cuando intuí que Vanessita se había ganado los favores bien del Weinstein de turno, bien del inexperto director, y logró convencerles de que su cara redonda y desagradable saliese más en la pantalla que las de los dos supuestos protagonistas, policía y psicópata. No creo que valiera la pena arruinar una peli semi-decente por una tipa que, indefectiblemente, iba a ser olvidada muy pronto.
Esto me enervó. Y cada nueva escena con ella de centro de atención, me ponía más encorajinado en contra de esta película, que sí. Que al final resulta ser mala de huevos.
La ya ultra-pasada de moda cámara revoloteando tantísimo termina de amargar este potaje de, como ya adelanté, sabrosos ingredientes pero resultado rancio.
El firmante Scott Walker la cagó bien en su debut. Le vino muy grande tener en sus manos a dos totems como Cusack y Cage.