Entretenida serie ambientada en el sub-mundo de la Gran Depresión americana con una trama común a todos los episodios pero que añade historias alternativas que hacen que el espectador no desfallezca y engrandece y profundiza más en los personajes. Me encanta el hecho de que no haya ni teléfonos móviles, ni internet ni televisión ni mp3 ni nada de esas leches de hoy en día que, sin ellas, la mayoría de las películas y series actuales estarían completamente vacías.
A pesar de tener muchos directores distintos, no se nota en absoluto a la hora del visionado de cada capítulo y todo está correcto y en su sitio.
Las actuaciones están a un nivel muy alto salvo el protagonista, Ben, que no cumple como los demás.
Hay cosas poco creíbles, no referentes al guión (hay muchas no creíbles en este sentido) si no de conceptos y efectos que no serían así en la vida real. Esta es una de las razones por las que mi nota no es la más alta y la otra razón es porque es una serie inacabada y se nota mucho.
Se merece un 9 de nota con estas dos salvedades.