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España España · La Laguna (Tenerife)
Voto de Yo mismo (o no):
5
Drama Alemania Oriental, verano de 1980. Por razones disciplinarias, Barbara es transferida a un pequeño pueblo de la RDA a trabajar en un hospital. Su estancia allí es difícil por la desconfianza de los habitantes y las constantes inspecciones de la Stasi, pero Andre, el jefe del hospital, pronto comienza a interesarse por ella y a involucrarla en los casos de sus jóvenes pacientes. (FILMAFFINITY)
27 de diciembre de 2014
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A un pueblo de provincias llega una doctora que, como castigo por haber solicitado un visado para salir de la parte comunista de una dividida Alemania durante la Guerra Fría, de entrada ya se nos presenta como distante, desconfiada, huidiza, sin sentimientos aparentes, diríase deshumanizada. En ese recóndito pueblo es seguida y controlada por la Stasi, en este caso personificada en un inspector cuyo rostro inamovible ejemplifica el carácter duro y rocoso de este servicio de inteligencia, o al menos cómo es visto por Christian Petzold. Y en ese recóndito pueblo conoce y trabaja con un doctor que muestra una sospechosa insistencia hacia ella, no se sabe bien si porque es un espía/informante o porque realmente él ha vivido algo parecido a la doctora. Paralelamente se cruza la vida de una adolescente embarazada y enferma a la cual Bárbara, la doctora, le coge especial aprecio y a la que intentará ayudar.

Pero hay algo en el desarrollo que falla y que da al resultado final un regusto a plano y aburrido. Al menos a mí me lo ha parecido. Nina Hoss está correcta en su actuación, al igual que Ronald Zehrfeld como doctor ambiguo y, en algunos momentos, misterioso. Lo que realmente falla es el tramo final de una historia que, al ser cruzada con la de la embarazada adolescente, se torna en previsible y hace que la última media hora sea una espera de algo que ya se sabía de antemano.

Por otro lado, nunca está de más revolver el pasado y no dejar que los recuerdos se pierdan, aunque no sean del gusto de todos, siempre y cuando no se caigan en los maniqueísmos ni en las mentiras disfrazadas de bonitas verdades. Ese ejercicio de revisión de la Historia es siempre valorable.
Yo mismo (o no)
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