La propuesta de la película en un principio resulta interesante, una historia con tintes reales sobre
la cocinera personal del presidente François Mitterrand... Y en eso se queda, el principio promete pero conforme va avanzando la cinta te das cuenta de que no hay nada más , ni escenas graciosas, ni historia subyacente, ni personajes con carisma empezando por la mismísima protagonista...
Para colmo el despliegue gastronómico tampoco es que sea para echar cohetes, con platos de la cocina tradicional francesa más rural que hacen las delicias de un octogenario presidente (creo que se pasaron con la edad del actor) pero que no aporta nada a la película, lo que acaba siendo un simple transcurrir de imágenes deslabazadas e inconexas que ni siquiera despertarán el apetito y para colmo recetas que no se sabe ni lo que son porque la mayoría de platos son "a la no se qué" y solo los más avezados en cocina e idioma francés entenderán algo.

Una película sin sustancia.