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España España · Zaragoza
Voto de Hilodeseda:
7
Ciencia ficción. Fantástico. Acción. Comedia Tras abandonar la cárcel, el ladrón y estafador Scott Lang (Paul Rudd) recibe la llamada del misterioso Dr. Hank Pym (Michael Douglas) para realizar un trabajo especial. El científico suministra al joven un traje especial, que le otorgar la capacidad de reducir su tamaño al de un insecto, al tiempo que aumenta considerablemente su fuerza. Con esta nueva arma en su poder, capaz de comunicarse con los insectos, Lang deberá abrazar su ... [+]
28 de julio de 2015
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con la llegada de ‘Ant-Man’ a las carteleras de todo el mundo concluye la segunda fase desarrollada por la factoría Marvel, integrada en un plan cinematográfico compuesta de varias fases conformadas a su vez por diversos largometrajes. Dicha fase 2, que empezó en 2013 con ‘Iron Man 3’ y ahora termina con ‘Ant-Man’ -incluye títulos como ‘Capitán América: El soldado de invierno’, ‘Guardianes de la Galaxia’ o ‘Los Vengadores la era de Ultrón’ entre otras- ha obtenido unos réditos en taquilla de unos 3.350 millones de dólares, a los que habrá que sumar la taquilla que el Hombre Hormiga vaya engrosando, una barbaridad que explica los motivos por los que Marvel año a año sigue presentando nuevos personajes de comic en la gran pantalla. The show must go on.

Ahora el turno le ha llegado a ‘Ant-Man’, más conocido antiguamente por el Hombre Hormiga, superhéroe creado por el eterno Stan Lee (como es habitual con cameo incluido a sus casi 93 años) y Jack Kirby en 1962 -grandes creadores de este inmenso y económicamente incalculable universo-, personaje en la piel de Scott Lang (Paul Rudd), un antiguo presidiario que se caracterizaba por poder reducir su tamaño y aumentar su fuerza gracias a un traje creado por el científico Hank Pym (interpretado por Michael Douglas).

Lo cierto es que ‘Ant-Man’ no lo tenía nada fácil. Por un lado tenemos un personaje que nunca ha gozado del carisma ni de la importancia que otros sí han tenido en el cómic, y por otro la saturación existente del cine de superhéroes de la que se quejan muchos profesionales del sector e incluso gran parte del público no obra en su favor, para que negarlo. Así la película dirigida por Peyton Reed (‘Abajo el amor’ o ‘Di que sí’) se presenta delante del gran público con el viento suficientemente en contra como para ser uno de las peores taquillas del conglomerado Marvel. Sin embargo, y como hacen las buenas películas, se hacen grandes bajo la sorpresa y aprovechan las bajan expectativas que pueden generar para, a través de una inteligente mezcla entre comedia y acción, conformar una película muy satisfactoria dentro del universo en el que se encuentra y mejorando incluso el resultado final de algunos films con personajes -a priori- de mayor enjundia a la que representa el ‘pequeño’ Scott Lang.

La película, como es habitual, realiza unos primeros minutos de presentación donde, además aprovechan para engrosar al personaje y a los secundarios dentro de la totalidad SHIELD y Marvel. A través de dicha introducción conoceremos tanto a Hank Pym (Michael Douglas) como a Scott Lang (Paul Rudd). El primero es un brillante científico ex miembro de SHIELD, viudo y padre de Hope (Evangeline Lilly) y actualmente un adinerado jubilado. El segundo un ingeniero con aire de perdedor pero de buen corazón que acaba de salir de la cárcel por robar a una gran corporación y dar el dinero a sus empleados, quien además está divorciado de su esposa (Judy Greer) y con una adorable hija en común. Es cierto que a la película no le faltarán esos personajes tan esquemáticos y predecibles como el malvado Darren Cross (Corey Stoll) o clichés como los amigos tontos/simpáticos del protagonista y que están –casualmente– interpretados por hispanos y negros, pero lo cierto es que el film se sustenta en dos aspectos que le hacen ser francamente disfrutable: Uno de ellos es la inteligente elección del casting. La importancia de saber elegir a los actores cobra cada vez una mayor trascendencia ya que una mala elección puede tirar por tierra el proyecto casi en su totalidad (véase recientemente por ejemplo el caso de ‘Terminator génesis’). En este caso la elección de Michael Douglas es magnífica. Sobre su figura –además– cabe destacar el interesante trabajo de maquillaje en la primera secuencia del film cuando nos ubicamos a finales de los 80 y se nos presenta a un Hank Pym obviamente más joven. Douglas desprende carisma y una interpretación de nivel para un personaje de gran relevancia. También Paul Rudd es el hombre adecuado para el papel. En un principio tenía ciertas reticencias sobre él, pero a medida que transcurre la película Rudd se adueña del personaje de Lang com éste hace con el traje del hombre hormiga: como anillo al dedo. El humor que contagia y desborda el propio guion favorece que Rudd se sienta muy cómodo en su personaje. Sabia elección. También me resulta interesante –aunque algo menos- la elección de la extraordinariamente bella Evangeline Lilly. Su personaje dará que hablar. A Corey Stoll lo noto algo excedido en su personaje y tanto a Michael Peña como a Bobby Cannavale los veo disfrutar, aunque este último corre el riesgo en encasillarse en personajes de muy poca altura para el nivel que puede llegar a dar.
El segundo aspecto que favorece el film es ese mencionado tono cómico. Un tono quizás necesario y que se aleja de la solemnidad de otros personajes Marvel. Quizás necesitado de ello pero empleado con inteligencia por el guion que confeccionaron entre Edgar Wright, Joe Cornish, Adam McKay, y el propio Paul Rudd. El nexo bien patente en el film con otros personajes de Los Vengadores le hace apoyar más la trama, evitando así la independencia del entramado global de la compañía y su introducción en próximos films de la tercera fase.
Técnicamente la película es interesante. La fotografía de Russell Carpenter y los efectos visuales están muy logrados en cada escena: desde la modificación de tamaño del protagonista a la luminosidad que desprenden los personajes a pesar de ser fundamentalmente rodada de noche. La banda sonora está realizada por el canadiense Christophe Beck y pasa demasiado desapercibida. En los tonos de fanfarrias habituales pero sin llamar en nada la atención. Sí que quizás en curiosa la utilización de música latina en el film –genial el Boronbon de Camilo Azuquita–, reflejo de las amistades del personaje principal, o el I’m Ready de The Commodores.

(continúa en spoilers pero sin ellos)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Hilodeseda
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