Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de Hilodeseda:
6
Drama Narra la historia de Margaret y Walter Keane. En los años 50 y 60 del siglo pasado, tuvieron un éxito enorme los cuadros que representaban niños de grandes ojos. La autora era Margaret, pero los firmaba Walter, su marido, porque, al parecer, él era muy hábil para el marketing. (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El californiano Tim Burton es uno de esos directores que han logrado crear un estilo definido en toda su filmografía. Un estilo particular en el que domina la oscuridad, el goticismo y la fantasía de unos personajes normalmente inadaptados e incomprendidos. Historias además que solían plasmarse en la piel de sus dos actores fetiches: la que hasta hace poco era su mujer, Helena Bonham Carter, y el icónico Johnny Depp.

Sin embargo y a modo de rareza, Burton nos sorprende con ‘Big eyes’, probablemente la película más alejada de su universo (solo breves secuencias lo recuerdan) en la que se deja llevar por la luz y el colorido de la fotografía del francés Bruno Delbonnel (nominado al Oscar el año pasado por la fotografía de ‘A propósito de Llewyn Davis’) en detrimento del ya conocido perfil tenebroso. No obstante y para tranquilizar a sus más acérrimos seguidores, el autor volverá por sus fueros en próximas películas, como por ejemplo ‘Bitelchus 2’ en la que está actualmente trabajando y en la que volverá a trabajar con Michael Keaton y Winona Ryder.

En ‘Big eyes’ Burton con guion de Scott Alexander y Larry Karaszewski (a las órdenes de Burton en ‘Ed Wood’, 1994), narra el caso real de Margaret y Walter Keane; curiosa historia que no conocía y que me ha gustado descubrir acerca del especial matrimonio de genios (uno de la pintura y otro del marketing) que ellos componían. El film comienza contándonos en voz en off la difícil vida de Margaret, quién decide a mediados de los años 50 separarse de su primer marido y llevarse consigo a su hija. Momentos de desesperanza y tristeza y que Margaret utilizó para plasmarlos en representaciones al óleo de su hija en las que predominaban unos prominentes y grandes ojos. De una manera breve y algo acelerada se introduce el personaje principal hasta el momento en el que conoce a Walter Keane, una soleada mañana en una venta ambulante de pinturas. Keane, artista y gran comunicador se gana el corazón de la sufrida y tímida Margaret, quién cae rendida a los encantos de Walter contrayendo matrimonio al poco tiempo. Las cosas comienzan a funcionar económicamente para el matrimonio Keane cuando Walter comienza a vender las pinturas de su mujer suplantando su autoría y revelando unas dotes innatas para el marketing y las ventas. A principios de los 60 el éxito de los cuadros de Keane llegó a cotas inimaginables para ellos, mientras en Margaret crecía el sentimiento de tristeza y opresión por la situación a la que había llegado al iniciar la farsa. Un encarcelamiento en vida mientras ocultaba su secreto.

Amy Adams no se ha cansado de demostrar su valía como actriz, y aquí en ‘Big eyes’ no se sale de su norma. Ella está brillante captando la personalidad introvertida y tímida de la pintora dando de nuevo una lección interpretativa, algo que ha dejado de ser sorpresa. Su partener, Christoph Waltz está más histriónico, algo desmedido en la parte final, aunque lo cierto es que el papel de encantador de serpientes que suele interpretar le va como anillo al dedo. Completan el reparto Danny Huston, Jason Schwartzman, Krysten Ritter, Terence Stamp y Jon Polito. La ambientación de los años 50-60 está muy bien captada a través de las calles, las vestimentas y los personajes, además del toque siempre notable de la banda sonora del siempre fiel a Burton Danny Elfman. El largometraje entretiene lo suficientes, y a pesar de no entrar dentro de la lista de mejores películas del californiano, lo cierto es que se puede considerar como correcta y valorable, a pesar de que se constata que el guion podría haber estado más trabajado y se podría haber sacado más jugo a la interesante historia. Se queda a un peldaño de emocionar al espectador aunque se debe valorar su cambio de registro y su trabajo más contenido y reflexivo en mucho tiempo.

Lo mejor: Amy Adams. La fotografía de Bruno Delbonnel.
Lo peor: Hay aspectos de guion sobre los que se pasa demasiado de puntillas, sobre todo en la parte final.

Valoración:
Banda sonora: 7
Fotografía: 7
Interpretaciones: 6,5
Guion: 5
Dirección: 7,5
Satisfacción: 6,5
NOTA FINAL: 6,6

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow