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9
5,6
62.716
Fantástico. Acción. Aventuras
Thor es un arrogante y codicioso guerrero cuya imprudencia desata una antigua guerra. Por ese motivo, su padre Odín lo castiga desterrándolo a la Tierra para que viva entre los hombres y descubra así el verdadero sentido de la humildad. Cuando el villano más peligroso de su mundo envía a la Tierra a las fuerzas más oscuras de Asgard, Thor se dará cuenta de lo que realmente hace falta para ser un verdadero héroe. (FILMAFFINITY)
24 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tantos años después y sigo sin tener claro si el Universo Cinematográfico Marvel existía realmente cuando apareció “Thor” en 2011 o si fue concebido posteriormente, como una oportunidad de negocio tras confirmar su buena acogida y el éxito de “Iron man”. El hecho de que en 2011 ya existieran dos entregas de el hombre de acero apunta en la segunda dirección mientras que cierta premura por estrenar el mismo año las primeras entregas de Thor y del Capitán América parecen sugerir que había un cronograma que cumplir a la hora de introducir a los personajes que luego conformarían Los Vengadores. Igual que “Iron man”, “Thor” se beneficia de toda la creatividad acumulada por cientos y cientos de artistas y profesionales durante los años oscuros en los que el cine de superhéroes era consideraba el “fast food” del cine, dirigido a niños o adultos inmaduros. Una vez que la saga Spiderman de Sam Raimi, el “Batman Begins” de Nolan y “Iron man” rompieron moldes y prejuicios, todas las buenas ideas conservadas en secreto, todas las novedades mantenidas ocultas encontraron acomodo y florecieron en esa primera edad de oro de los superhéroes.
“Thor” comparte ciertos esquemas técnicos con “Iron man” en cuanto a escenografía, uso de la luz, fotografía y efectos especiales, buscando una especie de estética común dentro de lo que podría ser un proyecto conjunto... pero claramente tiene una personalidad completamente propia fruto en gran parte de la elección de un director como Kenneth Branagh de esos que podríamos considerar como ‘clásicos’, de esos que se sienten igual de cómodos adaptando a Shakespeare que rodando cine de acción. Igual que Favreau hizo maravillas construyendo un héroe tecnológico con las dosis adecuadas de gadgets para resultar creíble sin restar protagonismo a la parte humana, Branagh elabora majestuosos escenarios mitológicos, casi oníricos, para presentar al suyo: un dios con poderes innatos. Su visión de Asgard y algunos de los mundos de leyendas nórdicas es de las que se graban en la retina por su mezcla de colorido e inmensidad. Inteligentemente, ubica el segmento narrativo dedicado a la presentación del héroe en esos mundos mientras que el segmento asignado a su primera aventura se localiza ya en nuestra Tierra para integrar al personaje en la humanidad.
En la parte argumental, Branagh también se muestra más ambicioso que “Iron man” y se atrave a jugar con varias tramas en paralelo. Donde Favreu imponía un desarrollo más lineal, “Thor” dedica una parte casi tan importante de la trama a las aventuras del hermano descarriado, Loki, una decisión plenamente acertada visto el carisma y las posibilidades de un Tom Hiddleston que terminaría ganándose protagonismo propio en películas venideras. Además, en líneas generales, aparte de Loki que es casi protagonista, ”Thor” tiene más secundarios y de más peso, lo que da más variedad a una cinta que no tiene nada que desmerecer a “Iron man”. Natalie Portman, Anthony Hopkins, Idris Elba… muchos quilates sobre la mesa en lo que, aparentemente era una apuesta segura y terminó siendo un punto débil para la continuidad: tanta gente de tanto nivel no siempre va a estar disponible (o dispuesta) para segundas y terceras partes. Siguiendo con las odiosas comparaciones, indudablemente, pero por poco, Robert Downey Jr. está por encima tanto en capacidad interpretativa como en carisma, pero Chris Hemsworth también hace suyo un papel para el que, a posteriori, está claro que había nacido.
Distinta de “Iron man” pero con elementos comunes e igual de buena, “Thor” confirma que Marvel, de una manera u otra, iba absolutamente en serio y parecía tener material suficiente para proporcionar alegrías durante una buena temporada, sobre todo tras algunas dudas surgidas con las segunda entrega de el hombre de acero.
“Thor” comparte ciertos esquemas técnicos con “Iron man” en cuanto a escenografía, uso de la luz, fotografía y efectos especiales, buscando una especie de estética común dentro de lo que podría ser un proyecto conjunto... pero claramente tiene una personalidad completamente propia fruto en gran parte de la elección de un director como Kenneth Branagh de esos que podríamos considerar como ‘clásicos’, de esos que se sienten igual de cómodos adaptando a Shakespeare que rodando cine de acción. Igual que Favreau hizo maravillas construyendo un héroe tecnológico con las dosis adecuadas de gadgets para resultar creíble sin restar protagonismo a la parte humana, Branagh elabora majestuosos escenarios mitológicos, casi oníricos, para presentar al suyo: un dios con poderes innatos. Su visión de Asgard y algunos de los mundos de leyendas nórdicas es de las que se graban en la retina por su mezcla de colorido e inmensidad. Inteligentemente, ubica el segmento narrativo dedicado a la presentación del héroe en esos mundos mientras que el segmento asignado a su primera aventura se localiza ya en nuestra Tierra para integrar al personaje en la humanidad.
En la parte argumental, Branagh también se muestra más ambicioso que “Iron man” y se atrave a jugar con varias tramas en paralelo. Donde Favreu imponía un desarrollo más lineal, “Thor” dedica una parte casi tan importante de la trama a las aventuras del hermano descarriado, Loki, una decisión plenamente acertada visto el carisma y las posibilidades de un Tom Hiddleston que terminaría ganándose protagonismo propio en películas venideras. Además, en líneas generales, aparte de Loki que es casi protagonista, ”Thor” tiene más secundarios y de más peso, lo que da más variedad a una cinta que no tiene nada que desmerecer a “Iron man”. Natalie Portman, Anthony Hopkins, Idris Elba… muchos quilates sobre la mesa en lo que, aparentemente era una apuesta segura y terminó siendo un punto débil para la continuidad: tanta gente de tanto nivel no siempre va a estar disponible (o dispuesta) para segundas y terceras partes. Siguiendo con las odiosas comparaciones, indudablemente, pero por poco, Robert Downey Jr. está por encima tanto en capacidad interpretativa como en carisma, pero Chris Hemsworth también hace suyo un papel para el que, a posteriori, está claro que había nacido.
Distinta de “Iron man” pero con elementos comunes e igual de buena, “Thor” confirma que Marvel, de una manera u otra, iba absolutamente en serio y parecía tener material suficiente para proporcionar alegrías durante una buena temporada, sobre todo tras algunas dudas surgidas con las segunda entrega de el hombre de acero.