La fase dos de Marvel ha tenido un transcurso irregular: el tercer Iron Man fue regular; Thor 2, horrible; Capitán América 2 supo superar a su predecesora; Guardianes de la galaxia nos sorprendió; y Los Vengadores 2 fue una digna secuela. Para acabar esta fase se decidió adaptar las aventuras de un héroe no muy conocido por el público en general: Ant-Man, una apuesta fuerte teniendo en cuenta la elección de Edgar Wright (Bienvenidos al fin del mundo) para dirigirla. Con guión suyo y de Paul Rudd, que encarnaría al superhéroe, se prometía un éxito asegurado. Pero Wright tuvo diferencias con el equipo de Marvel y decidió salir de la producción, sólo participando como guionista y productor. La batuta para dirigir la cinta paso a Peyton Reed, un director más afincado en el género romántico. ¿Como le habrá sentado el cambio de director a la cinta?

Nos encontramos con uno de los filmes Marvel más ligero, apto para todas las edades, sin demasiada carga dramática ni arcos argumentales complicados. La cinta es entretenimiento puro, que disfrutarán tanto los seguidores del personaje como los que no están habituados al mundo Marvel. La mano de Wright se nota en el guión y es que hay escenas en las que Simon Pegg podría aparecer en cualquier momento. Una pena su decisión de irse, porque podríamos haber hablado de una cinta más redonda si hubiese estado el enfrente


En el apartado actoral, Paul Rudd está genial como Ant-Man, papel diseñado para él y que explota a la perfección; Evangeline Lilly hace de chica florero pero esperemos que tenga más protagonismo en cintas posteriores; Michael Douglas está muy cómodo en su papel y lo disfruta; Corey Stoll ejerce de villano pero no resulta ser un villano atractivo, la falta de carisma le perjudica. Por último mencionar al auténtico robaescenas de la película: Michael Peña, está graciosísimo y firma una de sus mejores actuaciones.

Tenemos múltiples referencias al universo Marvel, sin avanzar demasiado en la trama general pero siempre estando presente en la cinta. Los efectos visuales son una delicia, sobretodo en la recreación de las hormigas y del mundo en miniatura. La música no es todo lo épica que podría ser pero no desentona.

Ant-Man es uno de los entretenimientos del verano, una cinta para evadirse durante dos horas sin importar lo demás. No es la mejor cinta Marvel pero cumple la función de presentar al personaje y divertir. Atención a las dos escenas postcréditos, sobretodo la última.