En plena época del cine de catástrofes de los años 70 brilló
con bastante éxito la saga de los 'Aeropuertos'. Por estos años
también se quemaban edificios, se hundían superbarcos, o
temblaba la tierra con el estruendo del Sensurround.

En esta segunda entrega un envejecido Jack Lemmon ( todo
un antihéroe ) se pone a los mandos de un especial Boeing-747
propiedad de un millonario, pero unos chorizos tienen en mente
asaltarlo, estos son tan chapuceros que acaban poniéndolo en el
fondo del océano.

Algunos famosos actores y actrices por supuesto van a bordo,
también Drácula, que afirmando ser un gran submarinista se
ahoga en cuanto abren una compuerta, la histérica y borrachuza
de su mujer dará constantemente la nota a bordo, no podían faltar
los amoríos del capitán, aquí representados por la rolliza Brenda
Vaccaro, o el listillo ingeniero que pide ayuda para practicar los
100 metros espalda, algunos vejetes y un ciego pianista completan
el variopinto elenco del acuático Jumbo.

El Boeing 747 era uno de los modelos de la aviación comercial de
más exito durante los años setenta, y a los norteamericanos les
gustaba mucho presumir de él y de la seguridad que otorgaba,
por otra parte cosa cierta, su comportamiento bajo el agua ya
sería otro asunto, dado la ausencia de ocasiones en que se pudo
comprobar.

Recuerda por algunos motivos, más que a su predecesora, a
películas como 'El coloso en llamas' o ' La aventura del Poseidón '.