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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
7
Bélico. Drama En lo más crudo de la Primera Guerra Mundial, dos jóvenes soldados británicos, Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman) reciben una misión aparentemente imposible. En una carrera contrarreloj, deberán atravesar el territorio enemigo para entregar un mensaje que evitará un mortífero ataque contra cientos de soldados, entre ellos el propio hermano de Blake.
5 de febrero de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
1917, o cómo trasladarse desde el punto A al punto B sin perder la vida en el intento. A estas alturas, todo el mundo sabe que 1917 ha sido el muro de contención de Joker en los grandes premios (demasiado subversiva la segunda para llevarse los máximos galardones), y que está rodada en un presunto plano secuencia único (falso). La premisa de Sam Mendes es ejemplar: con la cámara pegada a los dos personajes sin la menor transición, vamos a sentir la guerra, la vamos a vivir en nuestra propia piel, vamos a oler el sudor, el miedo y la mierda. Técnicamente, la propuesta es irreprochable. La cámara del gran Roger Deakins nos pasea por un paisaje de pesadilla, sembrado de cadáveres, tristeza y desolación. Artificial, se me antojó en algunos momentos, pero efectiva, sin la menor duda. A estas alturas, no nos vamos a engañar: como propuesta antibelicista, Stanley Kubrick lo hizo mucho mejor con Senderos de gloria, que en 88 económicos minutos dice todo cuanto hay que decir sobre la institución castrense y sus perversas intenciones. La frase que dirige el coronel Mackenzie (Benedict Cumberbatch, un minuto en pantalla) al cabo Schofield es demoledora, por cuanto explicita que, en campaña, lo que se aprueba hoy se desautoriza al momento siguiente. Además de Cumberbatch, comparecen durante breves instantes Colin Firth y mi malo favorito actual, Mark Strong. La música de Thomas Newman, enfrentado a su primo Randy en los Oscar de este año, es adecuadamente minimalista y funeraria. Acompaña a las imágenes con majestuosidad y ayuda a elevar tu tensión arterial. ¿Por qué no le subo la nota? Porque es un ejercicio de estilo calculado al milímetro y carece de alma. Puestos a comparar, los primeros veinte minutos de Salvar al soldado Ryan eran tan estremecedores que no valía la pena añadir nada más. Y, finalmente, los grandes hitos del cine belicista de mi generación, El día más largo, Los cañones de Navarone, La gran evasión, Doce del patíbulo, están por encima del bien y del mal. Los reviso cada tanto, cosa que no pienso hacer con 1917. Pues eso.
Eduardo
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