Me encanta leer las opiniones en las críticas de los usuarios que aquí escriben, seres humanos como yo de carne y hueso que en la mayoría de los casos han visto "Fanny & Alexander" a conciencia, bien preparados, sabiendo ya en nuestro actual siglo quién era Bergman y todo lo que había hecho.

No sé dónde he leído hace poco que el director sueco por lo visto no pensaba tanto sus películas como se cree, opinión o certeza con la que me alineo totalmente. Por lo visto Bergman hacía su cine tal cual salía de sus entrañas y no le daba más vueltas de las que dan (y seguirán dando) sus seguidores. Es decir, él propone unos contenidos con los que es absolutamente sincero, pero las reflexiones que siguen a sus películas son un tema más propio de lo que le rodea que de él mismo. Creo que lo más correcto es ponderar "Fanny & Alexander" en esta línea de creación artística, tal cual suena, dicho por un crítico de sofá como yo que teclea más de treinta años después de su realización opinando que la gran película de Bergman no es para tanto.

No soy capaz de ver la grandeza de esta película, que por momentos me ha aburrido muchísimo. Lamento no ser tan profundo, ni instintivamente como Bergman ni a través de la reflexión cinéfilo-intelectual. No puedo decir las cosas de otra manera si lo más cierto es que encuentro pocos motivos para recomendar este largometraje tan ajeno a mis gustos. Tres horas que por lo visto eran más de cinco para la televisión, demasiado tiempo en mi opinión viendo en la pantalla la evolución de una familia de su época, con sus líos de faldas, su relación con la religión y tantas otras cosas que quienes observan brillantez son capaces de describir tan bien. Queda claro que Bergman se rodeaba de buenos profesionales que le daban a la imagen la propiedad más adecuada para el momento de la película: la casa de la familia, la del obispo, la del judío... Imágenes, imágenes... Para eso es cine y qué menos que estén bien puestas.

Menos mal (consuelo de tontos) que no soy el único que no considera que "Fanny & Alexander" sea una obra maestra, de hecho, no sé por qué le dedico tanto esfuerzo en defender mi posición: acabo ya, sé positivamente que no volveré a ver en la vida estas tres horas de líos familiares en Suecia, ni por lo que estríctamente se ve en la película ni por lo subliminal que hay en su mensaje, me parece que tiene algunos momentos buenos pero en general no me ofrece lo que quiero de una película, ni me ha emocionado ni me ha entretenido.

Me gusta el cine pero no me gusta (este) Bergman...