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Voto de Time Bandit:
8
Drama Lucas Marsh (Robert Mitchum), un estudiante de medicina ambicioso y sin recursos, se casa con Kristina Hedvigson para poder costearse los estudios. Ella lo ama, pero él sólo ama su trabajo. Emocionalmente es una persona cerrada, incapaz de abrirse a los demás, ni siquiera a su mejor amigo (Frank Sinatra) o a su alcohólico padre (Lon Chaney Jr.). Terminada la carrera empieza a trabajar para el doctor Dave Runkleman, un médico de maneras ... [+]
18 de febrero de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lucas Marsh quiere ser médico. Es su mayor deseo desde que era un niño y llegar a ser en uno se ha convertido en su mayor obsesión; prácticamente, lo único que le importa en la vida. No lo tendrá fácil debido a problemas económicos y con su padre alcohólico que jamás confió en él. Pero hará todo lo necesario para lograr su objetivo: ya sea tragarse su orgullo con algún profesor más preocupado por ganar mil dólares por operación que en la salud de su paciente; o casarse con una mujer a la que no ama, pero que posee el dinero necesario para que él pueda terminar su carrera. Tras la universidad irá junto a su esposa a una pequeña ciudad donde aprenderá las lecciones más importantes de su vida.

Dando vida al doctor Mash se encuentra Robert Mitchum, que pese a desentonar durante la época estudiantil, consigue retratar perfectamente a ese médico brillante y frio, obsesionado con su profesión, que no duda en recriminar sus errores a compañeros, profesores o superiores; pero frío, incapaz e incompetente en su vida privada. Y es precisamente aquí, donde Olivia de Havilland borda el papel de esposa sufridora, ex enfermera, y ama de casa frustrada; consiguiendo trasladar su dolor al espectador, y haciendo creíble la evolución de su personaje. Ambos se encuentran arropados ante un brillantemente elegido elenco de secundarios, de los que destacaría Lon Chaney Jr. En una breve, pero intensa, aparición como padre del protagonista; Frank Sinatra como mejor amigo de Marsh, en un papel que le viene como anillo al dedo; Gloria Grahame como una especie de mujer fatal que seducirá al joven médico, y que funciona perfectamente como contrapunto de la esposa de éste; y Charles Bickford como el entrañable médico rural Dave Runkleman, que casi será como un segundo padre para el personaje al que da vida Robert Mitchum.

La obra está rodada de forma realista, lo que es un verdadero plus en las escenas de quirófano; que siguen resultando bien ejecutadas y creíbles más de medio siglo después. Pero este realismo formal no significa que no vayamos a encontrarnos con varias metáforas visuales e imágenes cargadas de simbolismo; en una historia donde la vida privada y la profesional están condenadas a entrelazarse. En la facultad de medicina se sentirá frustrado al ver cómo, a diferencia de él, muchos de sus profesores y compañeros se muestran más preocupados por el dinero que van a ganar ejerciendo la medicina, o del coche que se van a comprar, que en ayudar a sus pacientes. Eso cambiará cuando conozca al doctor Runkleman, por el que siente una verdadera afinidad. Aunque su estabilidad laboral no encontrará su equivalencia en su vida sentimental, ya que su matrimonio no funciona, al principio se mostrará sólo con imágenes y simples gestos, pero la cosa irá cada vez a peor; a lo que no ayudará la presencia de una sensual y millonaria viuda, que ha fijado su atención en el nuevo médico del pueblo. Aunque, precisamente esta trama de infidelidad sea uno de los puntos más endebles de la obra, ya que no está demasiado bien definido, llegando a resultar en algún momento incoherente y contradictorio con el personaje protagonista; que no sólo no muestra demasiado interés por su esposa, sino por todo aquello ajeno a su profesión.

Primera obra dirigida por Stanley Kramer, que aunque en algunos momentos flojea en ritmo, está realizada con buena mano y funciona perfectamente como alegato al médico que se preocupa más por la salud de su paciente que en su cartera, al tiempo que sirve como radiografía del sistema médico estadounidense de la época. Pero también cumple a la hora de retratar a un solvente profesional, incapaz de manejar su vida personal; lo cual el director consigue reflejar perfectamente en la escena en la que se muestra como su relación con su esposa funciona mejor como médico-enfermera que como marido-mujer. Los últimos compases de la obra, cargados de emoción y tensión, sencillamente inmejorables.

http://nosoyuncritico.com/ciclos/2015/02/ciclo-robert-mitchum/
http://nosoyuncritico.com/criticas/ano/sunday-classics-2/2015/02/no-seras-un-extrano/
Time Bandit
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