Una película que me sorprendió por su sencillez y tranquilo e interesante relato. Me interesó el tema desde el principio y seguí la trama sin saber en qué derivaría todo. Me emocionó hasta las lágrimas y me dejó con ese sabor que dejan en el alma las injusticias del hombre y la frialdad de los sistemas que rigen nuestras vidas y que se desentienden de los dramas que generan la falta de rigurosidad en sus labores. Bueno, eso entre tantas pequeñas cosas que construyen una gran película... Me sobrecogió y me sorprendió. Sensible hasta las lágrimas pero por sobre todo impecable pues es la empatía que generan sus personajes la que motiva esta emoción. Por ahí alguien dijo que era mucho drama por tan poca cosa; yo no creo que se necesite demasiado para poner nuestra vida al límite y hay situaciones que sencillamente nos superan y no encontrándonos en nuestro mejor momento pueden desencadenar el mayor de nuestros dolores... No hay ningún drama barato en la película, sólo situaciones complicadas, aparentemente simples, que pueden arrancarnos el alma.