Robert Rodríguez se da el gusto y a su vez lo hace con sus fanáticos al reproducir como película una historia que jamás podría haber llegado a la pantalla grande en otro contexto. "Machete" (2010) es la encarnación de la fantasía bélica y gore del propio realizador con tintes coloridos de cuasi erotismo por la violencia.

Esta caricatura tiene como héroe por si fuera poco a Danny Trejo, quien mantiene su hermetismo inexpresivo no obstante aunque sea el protagonista de la cinta. Pareciera que da lo mismo que hable o haga al menos un gesto que consigne que también es un actor y no sólo un extra que encasilla a los latinos en el hampa norteamericana.

"Machete" es tan particular que será una película que se gesta, se proyecta y será recordada como "de culto", sin embargo esto lo logra por su estética y no mucho más. Sus actuaciones son casi terribles y su guión debe ser de lo más elaborado del conjunto aunque peca de predecible.

Estamos ante un compilado más de nombres que priman por sobre lo demás, como si con eso bastara. Danny Trejo de la mano de Rodríguez encarna al desahogo de violencia. Da lo que muchos quieren ver, y para ese grupo será lo máximo, sin embargo la perspectiva no puede ser tan simplista. Se disfruta, es cierto, pero al igual como los últimos años de Tarantino que se han ido puliendo desde su atardecer sangriento, es de esperar que obtengamos algo más a futuro que lo que nos deja "Machete".

Chicas hermosas y sensuales, armas, triunfo del héroe y el malo recibe su merecido con creces. Debe haber pocas cosas más gratificantes, pero a la hora de analizar la obra de forma neutra, el saldo es evidente.

De trailer divertido pero cinta menos atrayente, "Machete" nos deja en la retina los bombones en escena, la cero gestualidad de Trejo más allá de su figura de culto y la promesa de secuelas bajo el mismo lema: "Sangre por litros, nombres llamativos, y buenas curvas".

Recomendación:
Débil. Un producto acotado y liberador pero no por eso coherente. (Los bostezos por ejemplo producen el mismo efecto)