No es que esté del todo mal pero tiene muchas falencias de guión: su trama es bastante simple y sus efectos especiales dejan mucho que desear. Haber, de la cinta en sí no hay mucho que comentar, el argumento gira sobre una pareja de hermanos que sufren una mordedura de un hombre lobo y a partir de aquí empiezan a experimentar situaciones raras como son por ejemplo instintos que anteriormente no tenían. Ese es su argumento y no hay mucho más de lo que hablar.
El director de la notable Scream nos ofrece una propuesta al menos original al salir de la tónica de asesino que va cargándose al bueno pero sigue sin alejarse del cine más comercial y en este caso le da por hacer una propuesta encaminada al hombre lobo como punto de partida. El desenlace, o más bien esa especie de conclusión final acaba siendo cargante y fallida, imprevisible también al menos en mi opinión lo que hace que al menos el factor sopresa resolutivo esté presente en el resultado final.
Los efectos especiales son bastante pobres y en conclusión dejan mucho que desear.
El terror, bueno, es escaso y comienza encajando de forma notable en la historia al estar lo sustos bien elaborados en la primera parte, sin embargo a medida que avanza la película empiezan a flojear a lo que se le puede achacar esos efectos especiales comentados.
Los diálogos algunos son pobres, y dejan entrever la escasa inteligencia con que está construido el guión con reiteradas meteduras de patas que canta mucho en el resultado final.
Y en el plano de las actuaciones Christina Ricci, bueno, no lo hace mal... El que si que falla en su actuación es el defenestrado Joshua Jackson. El resto del reparto hacen actuaciones en general discretitas.
En cuanto a mi pasable, se lo doy porque al menos la peli está entretenida especialmente durante la primera media (cuenta con un buen ritmo narrativo y un tono apetecible) hora aunque comienza a decaer por culpa de situaciones absurdas que no vienen a cuento.