Típico drama de sobremesa que toca como argumentos principales: la superación personal, el perdón o el romance, por citar tres ejemplos. En realidad estas son las bases sobre las que se apoya el telefilm aunque merece comentarse que la trama gira en torno a dos historias: la enfermedad de la protagonista y el enfrentamiento entre esta y una vecina a la que por un accidente se le murió la hija recién nacida cuando la protagonista cuidaba de ella. He de decir que está conseguido aunque como menciono en mi título no aporte nada nuevo y haya sido visionado en otras decenas de películas que abordan el drama telefílmico. La peli es plana, muy plana y eso que el argumento principal o los temas primordiales del film daban para haberse elaborado un ejercicio más interesante si cabe del resultado final, siendo este si bien aceptable tampoco para elevarse muy por encima de la media del género. Como suele suceder en este tipos de películas los desenlaces están carentes de imaginación y en muchos casos la trama termina de una manera en la que se puede intuir el final. No obstante, creo que la actitud de los protagonistas a la hora de afrontar las situaciones que se suceden en el telefilm han sido acordes a la tesitura de todo el entramado y de alguna forma, la película nos hace pasar un rato ligeramente entretenido delante del televisor. Sin embargo, como aspectos negativos se unen la monotónía del transcurso de la historia y su fundamento: hacer pasar una tarde-drama de pocas neuronas en cuanto a la concepción argumental. A pesar de todo, ya digo, merece la pena verse una película en la que la superación personal, el perdón y el cariño de una familia hacen que en conjunto valga la pena, para que sea incluso aprobada con un bien.