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Voto de M_Pelegri:
6

Voto de M_Pelegri:
6
6,3
3.479
Drama
Isaías, 40 años, era un prometedor arquitecto. Ahora pasa sus días entre su estudio de arquitectura y el parque donde juegan sus hijos a la salida del colegio. Dondequiera que esté, Isaías siente que no está donde debería. Con su mujer, Ainhoa, se nota el paso de los años y lo agotadores que pueden ser los niños. Isaías entabla una amistad con Sonia, madre de otro niño del cole, que le va a mostrar que esto de criar a tus hijos y entrar ... [+]
22 de agosto de 2023
22 de agosto de 2023
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La crisis existencial de los cuarenta, auténtico momento "paso del ecuador" vital, es lo que está viviendo Isaias cuando después de unos inicios fulgurantes como arquitecto estrella llega a un punto donde se encuentra con dos hijos extenuantes, una relación de pareja estancada con Ainhoa y un despacho de arquitectura compartido y en horas bajas con su amigo Nico . En este punto aparece Sonia, una madre de la escuela de sus hijos que le hará considerar nuevas posibilidades de relación.
En un primer momento podríamos considerar que nos encontramos ante una trama de relaciones a cuatro bandas muy tópica y bregada con perfiles de personajes más o menos estereotipados. Aunque se trata de entrada de una consideración oportuna lo que hace singular y da valor a la propuesta del director Fèlix Viscarret es –al margen no menor de una buena realización y un excelente grupo interpretativo– el tono acertadísimo de humor sin frivolidad en un drama creíble que expulsa en todo momento el tremendismo radical. Con un guión afinadísimo ayudado por una voz en off ajustada se logra un ritmo entretenido y ágil, todo ello salpicado de momentos de una conexión mágica difícil de conseguir en cine.
Las cuatro interpretaciones protagonistas consiguen perfectamente que esta mezcla de comedia y drama esté cargada de sutileza y conecte perfectamente con los que estamos en el sillón aunque los elementos que se plantean por la reflexión sean a veces demasiado explícitos. Un detalle que no desmerece para nada el conjunto de la película.
En la línea del grupo de jóvenes patinadores que aparecen repetidamente en escena "Una vida no tan simple" fluye con energía y delicadeza, sin necesidad de golpes de efecto exagerados para recrearnos con acierto todo lo que significa madurar en la rutina, valorar todo lo que te es más cercano o sincerarte contigo mismo para salir adelante. ¡La misma vida, vaya!. (6,5)
En un primer momento podríamos considerar que nos encontramos ante una trama de relaciones a cuatro bandas muy tópica y bregada con perfiles de personajes más o menos estereotipados. Aunque se trata de entrada de una consideración oportuna lo que hace singular y da valor a la propuesta del director Fèlix Viscarret es –al margen no menor de una buena realización y un excelente grupo interpretativo– el tono acertadísimo de humor sin frivolidad en un drama creíble que expulsa en todo momento el tremendismo radical. Con un guión afinadísimo ayudado por una voz en off ajustada se logra un ritmo entretenido y ágil, todo ello salpicado de momentos de una conexión mágica difícil de conseguir en cine.
Las cuatro interpretaciones protagonistas consiguen perfectamente que esta mezcla de comedia y drama esté cargada de sutileza y conecte perfectamente con los que estamos en el sillón aunque los elementos que se plantean por la reflexión sean a veces demasiado explícitos. Un detalle que no desmerece para nada el conjunto de la película.
En la línea del grupo de jóvenes patinadores que aparecen repetidamente en escena "Una vida no tan simple" fluye con energía y delicadeza, sin necesidad de golpes de efecto exagerados para recrearnos con acierto todo lo que significa madurar en la rutina, valorar todo lo que te es más cercano o sincerarte contigo mismo para salir adelante. ¡La misma vida, vaya!. (6,5)