Cuando la carrera de Shia LaBeouf prometía, antes de caer en un limbo del que parece no poder salir, tuvo el protagonismo absoluto de este remake no oficial de “La ventana indiscreta”.
Chismorrear con los prismáticos a los vecinos le hará ver más de la cuenta y meterse en problemas con ese gran secundario de lujo llamado David Morse, y encima sin poderse mover libremente.
La película es un sencillo thriller de marcado tono juvenil, lo que no tiene porqué ser malo para nada.
Como he dicho, Shia tiene aquí la chulería de su personaje, pero apuntaba maneras de ser un actor decente.
La trama es simple, pero bien llevada. Al igual que en la famosa cinta de Alfred Hitchcock, no es normal que los vecinos se dejen ver tanto por sus ventanales, pero hay que creérselo porque si no, no habría película.
Quitando eso, cumple su función de entretener y enganchar con este vecino tan particular, y que Morse interpreta tan bien.
Por cierto, ni idea del significado del título. Rihanna lo usó también para una de sus canciones, pero no he sido capaz de encontrar una traducción clara y oficial de una palabra que parece ser que no existe oficialmente en inglés. Nos quedaremos con las ganas, porque esa frase de “Esto solo pasa en Disturbia” me parece a mí que solo la entienden ellos.