Que toquen un poco de refilón tanto la Guerra Civil Española como la invasión de Francia por los nazis, solo es un camuflaje para una historia que no deja de ser un drama romántico a tres bandas.
Theron hace de una mujer muy moderna para su época, totalmente liberal y que va de flor en flor, pero que tiene encandilado al protagonista, quien no hace otra cosa que pasarlo mal por celos y andar de acá para allá intentando que le haga un poco más de caso.
Aunque la relación es más sexual que romántica, y con nuestra paisana Penélope también por medio, lo cierto es que la película es empalagosa y aburrida. Stuart Townsend no hace más que parecer patético por lo tonto que es su personaje, al que le da igual que le planten cornamentas cual reno de Santa Claus.
La parte de la guerra está por estar, porque tampoco es que veamos mucha contienda en ningún sentido. Todo es una excusa para que la película parezca más bonita de lo que es, y para separar a los personajes durante años para que lo pasen mal y cambien su relación. Con una buena ambientación no basta para tener un buen resultado.
Es de esas que por esperar que pase algo suficientemente interesante aguantas hasta el final, y no llega nada. Ni la parte dramática, ni la romántica ni la bélica son mínimamente interesantes para que pueda darle el visto bueno.
La banda sonora me ha parecido muy poco apropiada.
Y no pocas veces he consultado el reloj esperando que terminara, pues tiene más partes de relleno y de aburrimiento que las que hacen que avance la historia. En resumen, una pérdida de tiempo que ni la hermosa Charlize puede salvar.