Vuelve el héroe en traje biónico para salvar al mundo de las garras de las corporaciones armamentísticas que él mismo dirige con buenas manos.
La tecnología de Iron man e Industrias Stark pueden hacer mucho daño cuando los malos intentan hacerse con ella, pero ahí está Tony para impedirlo.
Claro que eso es solo una afición de este hombre. En realidad pasa mucho más tiempo en conferencias, inauguración de exposiciones, ligar con mujeres y emborracharse en fiestas de la jet set. Y desgraciadamente eso es lo que nos ofrecen en este "Iron man 2".
Jon Favreau tira por el camino fácil que tanto daño ha hecho en el subgénero de los superhéroes, y más en particular de la Marvel. Como la primera película tuvo éxito, el público pagará incondicionalmente por ver una nueva entrega. Tan solo hay que filmar una o dos buenas escenas de acción para poder crear un trailer muy vistoso que haga que la gente diga "¡Oooohhhh!".
Y lo digo literalmente. "Iron man 2" tiene la friolera de ¡2 escenas de acción!. Unos escasísimos 15 ó 18 minutos en un total de 2 horas de metraje. El resto son estupideces, una Scarlett Johansson que no hace absolutamente nada, un Mickey Rourke patético, Iron man borracho en un bar, romanticismo barato con su secretaria y mil tonterías que lo único que hacen es rellenar la gran cáscara vacía que es esta película. Es una pena que el público no se dé cuenta de ello y que no le dé la espalda a estas engañifas.
En fin, no le puedo dar menos nota porque la acción sí que es buena. Pero la película en conjunto no lo es.