Hay ya muchas historias de agente de la ley infiltrado en banda criminal, y la verdad es que suelen ser buenas, con el drama del distanciamiento, y la tensión de que puedan descubrir al protagonista siempre como telón de fondo.
Pero “El extraño” es eso, extraña. Su estilo fuertemente independiente, su exagerada calma y la ausencia total y absoluta de acción, la vuelven completamente anodina.
Además, creo que la narración falla. Mientras la veía, no tenía claro si no me enteraba bien de lo que estaba pasando porque estaba aburrido, o era totalmente al contrario.
Todo transcurre entre diálogos lentos, casi siempre en coche, y a veces tiene hasta retazos de documental, será por tratarse de hechos reales.
Pero esto no deja de ser tedio concentrado, adornado por cierto con una banda sonora absolutamente vomitiva. Es agotadora y muy soporífera, tentándote a planchar o mirar el móvil mientras la tienes puesta de fondo.
Al menos estoy seguro de que se me habrá olvidado en pocos días. Algo es algo. Y eso no se puede decir de “Donnie Brasco” o “Infiltrados”, entre otras muchas.