Haz click aquí para copiar la URL
España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
3
Terror Secuela de "Llamada perdida". Kyoko (Mimura), profesora de jardín de infancia, disfruta de una cena en compañía de unas amigas en el restaurante donde trabaja su novio Naoto (Yu Yoshizawa) cuando, de repente, suena en el móvil una melodía que resulta escalofriantemente familiar. La melodía les trae el recuerdo de aquel suceso... el grito de terror de la propia voz presagiando la muerte... el inevitable fin. La maldición no ha terminado. ... [+]
25 de septiembre de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuela de la famosa película de terror japonesa Llamada perdida. El pozo, nombre de esta secuela infumable, utiliza las mismas armar que su predecesora y, por tanto, las mismas que el 99% de las películas que vienen de japón bajo la etiqueta de "cine de terror".

Renpei Tsukamoto muestra una escandalosa falta de ideas en esta secuela. Repite, casi paso por paso, todo lo que ya se había visto en la primera. Para más recochineo, echa mano de todos y cada uno de los clichés de las secuelas del cine de terror, esos en los que dicen que en la segunda parte se va a descubrir que todo lo que contaba la primera era mentira y que ahora llegarán incontables giros que desgranarán la historia y nos revelarán la verdad. El trabajo de Tsukamoto se sustenta, por momentos, gracias a unos sustos bien preparados que logran dar más de un respingo. No obstante, no por bien elaborados dejan de ser previsibles, además de servirse única y exclusivamente del estridente sonido de la película para conseguir su propósito. Podríamos decir, pues, que si el espectador ve la película con el volumen a cero, ésta se convierte en una bufonada de maquillaje decente y efectos especiales demasiado vistos a estas alturas.

El reparto, como en la gran mayoría de estas producciones, es de traca. Por un lado tenemos a Asaka Seto lleva la mayor parte del peso de la investigación que sirve a la película para desarrollarse. Puede que Seto sea la más correcta del reparto, pues es la única que no sobreactúa como una loca durante toda la película, a pesar de protagonizar una escena frente al espejo que no hay por dónde cogerla (¿a qué viene la explicación si el otro personaje ya lo sabe todo?). Las víctimas están encarnadas por Mimura, una actriz que tiene tanto talento como un murciélago haciendo break dance y por Yoshizawa Yuu, un chico al que se le ve interés por hacerlo bien pero que no tiene demasiado éxito en su encrucijada.

Resumiendo, que es gerundio: Llamada perdida era una mala película y su secuela es, poco más o menos, del mismo nivel. Si algo bueno tenía la primera era que, al menos, el final encajaba, a pesar de ser, cuanto menos, una chorrada. Aquí, sin embargo, quieren que pienses que han pensado algo súper mega sorprendente, pero resulta que es más de lo mismo aunque más complicado de explicar para Tsukamoto, por lo que decide ir por el camino del medio y que cada uno piense lo que quiera. Una estrategia como cualquier otra para que los fans esperen con ansia la siguiente secuela.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow