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España España · Madrid
Voto de santos:
9
Fantástico. Drama. Romance Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras (Johnny Depp), un muchacho creado por un extravagante inventor (Vincent Price) que no pudo acabar su obra, dejando al joven con cuchillas en lugar de dedos. (FILMAFFINITY)
5 de septiembre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que todo el mundo guarda recuerdos bonitos de algún momento de su vida, pues Eduardo y sus tijeras son uno de los más especiales de mi infancia. Creo que debí ver esta película cincuenta veces cuando era niño y siempre lograba conmoverme y emocionarme. Ahora ya ando bastante crecidito y he vuelto a verla otras cincuenta veces, con idéntico resultado, pero voy observando muchas cosas que pasaban inadvertidas en aquellos momentos y que dan un toque mucho más inolvidable a esta cinta.

Para empezar me provoca una admiración enorme esta historia tan majestuosa y plagada de simbolismos y honestidad. El comienzo es sencillamente sublime, con la conversación entre una niña y su abuela, en el que la pequeña formula la siguiente pregunta: ¿De dónde viene la nieve?. No tengo palabras para expresar la gran genialidad y originalidad que atesora Tim Burton para plantear algo tan inocente y sacar de ello esta fábula cargada de buenas intenciones y realismo.

Confieso que hace bastantes años que dejé de ser seguidor de Burton, pero es innegable que él es el cineasta de una generación y que cada proyecto suyo rebosa imaginación, autoría y ante todo un estilo bien marcado y rápidamente identificable. Por estos motivos es justo decir que hay mucho del propio Tim en su Edward, porque Edward es un ser imperfecto, pero lleno de sensibilidad, fantasía, humanidad y cortesía; desde el primer instante que aparece en la pantalla nos conquista el corazón, a cada obra que realiza, (sea de hierba, peinado humano o canino y sobretodo de hielo) se lleva una pequeña parte de nosotros y eso es lo que Tim Burton logra con su cine, simplemente conquistarnos.

En esta historia hay un trasfondo enorme, plagado de valiosas enseñanzas y contundentes verdades. Desgraciadamente, vivimos en un mundo en el que lo "diferente" suele ser considerado como inferior y que si es novedoso todo es muy bonito, pero cuando deja de resultar gracioso se aísla, margina y desdeña. Pero a la vez hay una fuerte creencia en el amor, en que el físico no es lo verdaderamente importante y que da igual el como seas, la auténtica belleza del ser humano reside en su interior.

Quería destacar dos hechos claves: la fabulosa y acertadísima partitura de Danny Elfman (enternece tanto o más que las propias imágenes) y el peculiar aspecto de este pueblo que por más que se parece a la realidad, no tiene nada que ver con esta.

El trabajo de los actores es notable, desde el siempre seguro y alter ego en pantalla de Burton Johnny Depp, a la bella y jovencísima Winona Ryder; pasando por dos intérpretes maduros y de gran oficio como Alan Arkin y Dianne Wiest. Cierra el círculo la estupenda actuación de Kathy Baker y la muy celebrada presencia de Vincent Price.

Quizás es un recuerdo de mi infancia y por ello la guardo tanto cariño; o a lo mejor es su atmósfera onírica y mágica, o puede ser el inolvidable aspecto de Edward. No lo se, lo que si se es que por cintas así el cine me enamoró.
santos
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