El cine personal de Agustí Villaronga parece haber encontrado una buena sintonía con una historia de corte literario. Se trata de 'Pa negre', novela de Emili Teixidor ambientada en la posguerra española, que da pie a la intrigante cinta del director de las muy particulares 'Tras el cristal' y 'El mar', por citar sus trabajos más significativos. Si ese cine transgresor y con tanta personalidad consigue entusiasmar esta vez más que nunca es porque Villaronga se ha abierto al gran público pero de una forma muy comedida: no renuncia a la oscuridad y turbiedad de sus historias, ni al tono sombrío de sus encuadres, pero esta vez lo hace junto a unos personajes muy bien dibujados, unos diálogos no poco ingeniosos y con una excepcional nómina de actores catalanes. Ha sido bien merecido su reconocimiento con la Concha de Plata a la Mejor Actriz para Nora Navas.

Por el contexto que se maneja, en su inicio se puede pensar en un híbrido entre 'La lengua de las mariposas' y 'El laberinto del fauno'. Pero no. 'Pa negre' goza de espíritu propio y puede llegar en todo caso a recordar algo más a 'El espinazo del diablo', ya que la trama discurre alrededor de unos sucesos pasados que se van destapando.

Es una gran noticia disponer de un director admirado, que muchos daban ya por olvidado, pero que acaba de demostrar la enorme capacidad que tiene para otorgar un fuerte impulso a un proyecto cinematográfico de peso.