Básicamente, eso es lo que quieren meternos en la cabeza con 'Rubber', una de las películas más originales y atrevidas de los últimos años. Y en gran parte, estoy de acuerdo. Cuando uno ve una película (en el caso de que no intente o prometa ser realista) no debe pensar en si esto es lógico o si aquello es imposible. Lo que se tiene que hacer es disfrutar con lo que nos deleita la cinta sea lo que sea. Una idea brillante, una idea descabellada o una mezcla entre las dos, que es la que nos plantea 'Rubber' que, para resumirlo, es la historia de un neumático asesino con poderes telequinéticos.

No, no nos explican el origen de Robert (así se llama el neumático), que bien podría ser el espíritu de un violador sádico encerrado dentro de un neumático, pero no importa. Es lo de menos. Cuando decía un poco más arriba que hay más, me refería a que la película no solo nos cuenta la historia del neumático, hay una paralela. Una historia sobre unas personas que van a ver una supuesta película pero que, en realidad, no hacen más que observar todo lo que hace la rueda. Y por muy difícil que parezca, en ocasiones no sabría decir que es más surrealista si la historia de los humanos o la de Robert, sobre todo cuando la película se va acercando a su final. Como es de suponer, las dos historias son hilarantes, bizarras y con poco sentido, y las dos son buenas pero si me quedo con una claramente será con la del neumático asesino por unas cuantas razones (la historia de amor más rara que he visto, gore, un gran inicio...). Seguro que los que han visto la película saben a lo que me refiero.

Lo más difícil de esta cinta era, al menos desde mi punto de vista, que no se hiciera aburrida o monótona, es decir, que no repitieran la formula en exceso. Yo me lo he pasado en grande la hora y cuarto que dura, me he reído mucho con algunas escenas y en ningún momento me ha parecido repetitiva. Por lo tanto, lo que me daba más miedo de la película al final se ha quedado en nada, pero algo malo debe tener. Y ese “algo” es la estructura del film, que es calcada a la de cualquiera protagonizado por un asesino en serie como podría ser Jason, sólo que con escenas mucho más originales (y divertidas) que las que hay en películas como esas. Al igual que en estas películas, es una estructura simple de la que no se puede sacar más de lo que ya le han sacado los guionistas, que lo han exprimido al máximo, hasta la última gota. Porque por imposible que parezca, 'Rubber' tiene más que la simple historia de un psychokiller sobre rueda. Tiene alguna que otra reflexión sobre el cine, el ser humano e incluso diferentes lecturas sobre la película en sí, y esto es algo que me ha sorprendido muchísimo, porque me esperaba algo plano, sin sentido y gore, pero de plana no tiene nada esta cinta.

(continua)