Alocada, disparatada e increíble comedia cómica. Narra las aventuras y desventuras de tres amigos de la infancia que se han reunido, después de muchos años, con motivo del fallecimiento de Billy, uno de los cuatro componentes de la banda. En el interior de la casa de juegos que habían dejado instalada en lo alto de un árbol constatan que Billy había encontrado el lugar donde se encondía un tesoro robado de 200.000 dólares y que les esperaba para ir a buscarlo. Con la ayuda de un plano de Billy, deciden emprender la marcha a través de las montañas de Oregón. En su peripecia deberán enfrentarse a peligros físicos diversos (los rápidos del río, el hambre, un gran hoyo sin trampilla, etc.) y se encontrarán, además, con un oso terrible desmesuradamente maternal, unas bellas hippies que viven en lo alto de un árbol, dos granjeros chiflados cultivadores de marihuana y muy dados a disparar a matar, un sheriff sin escrúpulos, un viejo charlatán muy aficionado a contar historias y unos perros rabiosos a los que les gusta echarse de espaldas y mirar las estrellas. Pese a la espectacularidad del paisaje y a una música a tono con el relato, la película en su conjunto adolece de ciertas debilidades del guión, de un ritmo desigual y de una comicidad que parece pensada sólo para un público muy joven.