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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Thriller. Intriga. Drama Justin Quayle (Fiennes) es un diplomático británico destinado en Kenya cuya mujer es asesinada junto a un hombre sospechoso de ser su amante, un activista defensor de los derechos humanos de la región. Quayle decide entonces investigar los asesinatos, y comienza a descubrir mucho más de lo que esperaba... (FILMAFFINITY)
18 de enero de 2008
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film realizado por Fernando Meirelles ("Ciudad de Dios", 2002). El guión, de Jeffrey Caine ("Goldeneye", 1995), adapta la novela "The Constant Gardener" (2001), de John Le Carré. Se rueda en exteriores de Europa (Berlín y Londres) y Kenia y en estudio, con un presupuesto de 25 M dólares. Nominado a 4 Oscar, gana uno (actriz reparto-Weisz). Producido por Simon Channing Williams, se estrena el 11-XI-2005 (RU).

La acción tiene lugar en Kenia, Berlín y Londres, en torno a 1999/2000. El diplomático Justin Quayle (Fiennes), de unos 40 años, apacible y aficionado a la jardinería, conoce en Londres a la activista Tessa (Weisz), de 25 años, espontánea, brillante y luchadora. Enamorados, se casan y se trasladan a Nairobi.

El film suma los géneros de drama y thriller. No renuncia a ninguna de las facetas de la novela: romance, drama personal, tragedia colectiva, denuncia, intriga y thriller. Presenta una interesante descripción de la preocupante situación de África, un Continente olvidado, donde la población vive en condiciones flagrantes de pobreza, subdesarrollo y explotación. Denuncia prácticas deplorables que algunas multinacionales llevan a cabo en el continente aprovechándose de los más débiles con el consentimiento de las autoridades. El eje dinamizador de la acción es una singular y atípica historia de amor, narrada con buen oficio y pasión. La obra tiene el mérito de combinar, equilibradamente, entretenimiento, creación artística, compromiso contra las grandes injusticias del mundo y tensión dramática.

La narración se desarrolla de modo fragmentado, haciendo un uso frecuente del "flashback". Subraya el realismo incorporando secuencias rodadas con la cámara al hombro, de apariencia y sabor documentalista. Tanto la palabra como la imagen y el sonido dan lugar a composiciones de gran belleza, a las que se añaden encuadres contemplativos de hermosos y espectaculares paisajes naturales. La aplicación de juegos de luz y color confiere a las imágenes un grato y emotivo aire pictórico. En nuestra opinión, la belleza formal del relato no perjudica ni la concepción ni la contemplación del fondo. El guión, bien construido y ajustado a la novela, elabora un relato complejo y rico en matices, en el que se superponen capas sucesivas de sentidos, intenciones y sugerencias. La interpretación de Fiennes es sobria y brillante, la de Weisz desborda vitalidad y naturalidad y la de Denny Huston (Sandy) sobresale por su corrección.

La música, del español Alberto Iglesias ("La mala educación", 2004), basada en instrumentos aborígenes y canciones tribales ("Kijani Mwana Awali"), ofrece pasajes de gran intensidad emocional y de exaltación de África, que invitan a la meditación y reflexión. La fotografía, de César Charlone, usa "trevellings" aéreos espectaculares, profundos encuadres de conjunto, escenas de aire televisivo y un cromatismo singular. Los verdes predominan en el mundo de Justin (Inglaterra) y los rojos intensos en el de Tessa (África).
Miquel
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