Soporífera. Esa es la única calificación que se me ocurre para esta producción de Pixar. Aburrida hasta decir basta. Sí, técnicamente muy bien hecha (como no podría ser de otro modo), pero se les ha olvidado escribir un guión que tenga un mínimo interés para los espectadores de más de 8 ó 9 años. No hay forma de empatizar con esos absurdos peluches que se presentan como los improbables monstruos de las pesadillas infantiles, la historia te trae al pairo y lo de ambientar esta "precuela" en una "universidad" norteamericana está más visto que el tebeo, pues sacan todos los clichés al uso.

Le he puesto un cuatro por la calidad técnica, pero en lo que al argumento se refiere no se merecería más de un dos.