Recuerdo con cariño aquellos episodios presentados por el mago del suspense en los que en apenas 3 minutos hacía una personal presentación en tono irónico del capítulo que íbamos a ver a continuación.
Es lo que le falta a este episodio de casi dos horas: el gordinflón inglés diciendo algo así como " El protagonista de nuestra historia de hoy no creía en fantasmas. No podría imaginarse que el mismo se convertiría en uno de ellos..."

Solo recomendable la primera media hora de película, lo demás sobra. Para pasar mejores ratos mucho mejor la serie citada, me refiero a la de aquellos inolvidables episodios en blanco y negro y con buenos actores de la época, no la basura de remake coloreado con fantoches en el reparto que se hizo años después.

Pd: Samuel L.Jackson debe seguir perdido buscando la hamburguesa de cuarto de libra con queso. Es la única explicación que le encuentro a su aparición en semejantes mamonadas.