Desde pequeña he escuchado comentar esas historias en forma de psudoteoría que, respaldadas por algunos inverosímiles hallazgos en escavaciones arqueológicas, sobre todo, aunque no sólo, en Egipto, y para las que no se encuentran explicación. De ahí tanta especulación.

Hace millones de años se practicaron transplantes de corazón?...Por algunos artilugios descubiertos y que sólo pueden tener esa utilización...parace que sí.
Los esclavos encargados de arrastras esas inmensas piedras para la construcción de las tumbas de los faraones, utilizaban tazas de WC de diseño muy parecido a las actuales para hacer pipi y caca?....por los restos y reconstrucción de éstas aparecidos y que cuentan con millones de años....parece ser que también...

Existieron sofisticados sistemas de canalización del agua muchísimo antes de la aparición de la cultura árabe?....Idem...

Y así muchísimas más cosas que dejan a los arqueólogos y a la comunidad científica con los ojos como platos y sin explicación alguna...De ahí que surjan diversas teorías pero ninguna afirmación por carecer de los suficientes datos y de la contundencia que esta gente necesita para no tener que soportar las burlas de sus colegas, además de la prepotencia de éstos que prefieren acallar todo aquello para lo que no encuentran respuesta empírica antes que reconocer su propia ignorancia.

Wall- E es una peli de animación pionera. Tremendamente inteligente y osada. Nos muestra la importancia desmesurada que le damos al lenguaje oral y escrito, al lenguaje codificado y como éste nos limita en la expresión, anula las inmensas posibilidades expresivas con que contamos y que aniquilamos mediante la cómoda emisión de una serie de pobres signos que en la mayoría de los casos no expresan la idea, emoción, sentimiento realmente originado más que de manera sesgada y pobretona.

Los gestos, las poses, las miradas, movimientos, brillos, ademanes, sonidos....en esta peli sustituyen a los convencionales diálogos, consiguiendo que tú, alucinado y estúpido espectador, comprendas muchísimo más acerca de lo humano que si escuchases un tedioso discurso del más erudito experto en habilidades sociales y de comunicación y relación. Y he aquí la ironía, lo hace a través de personajes no humanos, personajes construidos con lata.

Y ésta, la historia que se le ha ocurrido a Andrew Stanton y que de manera tan magistral ha plasmado en pantalla, podría ser una explicación más que válida para todos esos enigmas sin resolución. Por qué no?