Una especie de grand guignol, donde la escusa es el robo de un cruz perteneciente a Iván el Terrible, el primer zar de Rusia, sirve para llenar la pantalla de sangre, viseras, asesinatos, amputaciones, gritos, etc, todos los elementos del grand guignol metidos, incluso el escenario, todo el lugar donde transcurre el 80 % de la película son interiores sumamente teatrales, violencia explicita, morbo, locura, y acá intentan ponerle un poco de humor pero resulta muy obvio, los remates se ven venir a kilómetros, los personajes más cómicos no logran serlo, solo causan pena por su intento fallido, igual peor es cuando intenta tomarse en serio.
Creo que lo mejor es lo entretenida que resulta, en lo demás nada, diálogos malos, situaciones repetitivas (se pierden innumerables veces en los pasillos del piso 13) resoluciones tontas.