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Voto de Pablo:
7
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5,8
1.010
Thriller. Drama. Comedia
Willie Parker (Terence Stamp), un gángster inglés que se convirtió en delator, vive desde hace diez años con una identidad falsa en una remota aldea en el sur de España. Cuando los mafiosos a los que traicionó descubren su paradero, contratan a dos asesinos a sueldo (John Hurt y Tim Roth) para que lo secuestren y trasladen a París. Tras el secuestro, el plan se complica, pues la policía española los persigue.
31 de octubre de 2020
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“We’ll meet again, don’t know where, don’t know when… but I know we’ll meet again some sunny day…” (We’ll meet again, Vera Lynn)
Cantan los compañeros, mejor dicho, los excompañeros de Willie Parker (Terence Stamp), durante el juicio en el que los delata de sus crímenes pasados para poder salvarse y retirarse a la Costa del Sol, asilo habitual para criminales británicos jubilados (Sexy Beast). La canción funciona casi como una cicatriz o como un reloj de arena que empieza a contar bajo la promesa de que se volverán a encontrar, quizás en un año, quizás en dos o quizás en diez, pero se volverán a encontrar.
La película nos muestra la tranquila vida que lleva Willie en un pueblecito español. Le gusta leer, ir al mercadillo, pasear por el pueblo… Una vida de paz. Un día es atacado por unos jóvenes que lo raptan y lo llevan a otro vehículo, en el que se encuentran Myron (Tim Roth) y Mr. Baddock (John Hurt), que pretenden llevarlo hasta París para ver una última vez a su antiguo jefe, para después ejecutarlo. Willie canta irónicamente la canción. El reloj ha llegado a su fin. Los otros jóvenes son engañados y en vez del dinero que les habían prometido, les dan una bomba que los mata, iniciando una persecución policial que seguirá los pasos de Willie y compañía.
Cantan los compañeros, mejor dicho, los excompañeros de Willie Parker (Terence Stamp), durante el juicio en el que los delata de sus crímenes pasados para poder salvarse y retirarse a la Costa del Sol, asilo habitual para criminales británicos jubilados (Sexy Beast). La canción funciona casi como una cicatriz o como un reloj de arena que empieza a contar bajo la promesa de que se volverán a encontrar, quizás en un año, quizás en dos o quizás en diez, pero se volverán a encontrar.
La película nos muestra la tranquila vida que lleva Willie en un pueblecito español. Le gusta leer, ir al mercadillo, pasear por el pueblo… Una vida de paz. Un día es atacado por unos jóvenes que lo raptan y lo llevan a otro vehículo, en el que se encuentran Myron (Tim Roth) y Mr. Baddock (John Hurt), que pretenden llevarlo hasta París para ver una última vez a su antiguo jefe, para después ejecutarlo. Willie canta irónicamente la canción. El reloj ha llegado a su fin. Los otros jóvenes son engañados y en vez del dinero que les habían prometido, les dan una bomba que los mata, iniciando una persecución policial que seguirá los pasos de Willie y compañía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
+ Es curioso como la película deja de lado el aspecto “criminal” y de “persecución” característico del género, para convertirse más en una road movie a través de los parajes de España poniendo mayor atención en el desarrollo de los personajes.
+ La presencia del concepto de vida y muerte, y como las reflexiones de Willie van reflejándose en los demás personajes.
+ La fotografía de Mike Molloy. Captando los parajes españoles al atardecer en preciosos planos generales. Remarcando la soledad y la belleza del paisaje por el que cruza el grupo de amienemigos en su coche, acentuado por la banda sonora de Paco de Lucia.
+ El personaje de Terence Stamp como otro elemento que rompe con la línea del thriller. Parece ser el prisionero ideal de todo secuestrador. No opone resistencia, no intenta escapar e incluso en ocasiones ofrece su ayuda para que el plan salga bien, ya sea arreglando el coche o haciendo de traductor. Myron y Mr. Baddock no acaban de entender esta actitud. Él les repite durante todo el film, que la muerte no es más que otro paso más en el ciclo de la vida, que a todos les llega su momento ya sea hoy como mañana. Parece algo que ha estado reflexionado desde que decidió delatar a sus compañeros. Esta corazonada se mantiene hasta el final, incomodando a Myron, que lo tacha de loco, mientras que a Baddock no parece importarle, quizás no sea la primera vez que vea esta mentalidad. Tras unas complicaciones, Baddock decide matarlos ahí mismo. A la hora de la verdad, la fachada de Willie se viene abajo y suplica que no lo hagan. Los rogos de Willie no tienen ningún efecto en Baddock que lo dispara sin más.
+ La frialdad del personaje de John Hurt. Una figura impasible, precisa y económica con sus gestos. Recuerda al samurái de Melville. No muestra ningún signo de humanidad hasta que perdona la vida de Maggie, y al igual que ocurría con Jeff Costello, eso le cuesta su muerte. En sus momentos finales, las palabras de Willie le vendrán a la mente, e irónicamente, será el único que realmente parece preparado para morir.
+ La locura e impulsividad de Tim Roth, que más que un asesino a sueldo, parece un adolescente rebelde en unas vacaciones de verano.
- El personaje de Maggie (Laura del Sol) apenas sale de una mera caricaturización, y mantiene una extraña relación con Baddock que no justifica la decisión final de dejarla con vida.
- En definitiva, parece jugar con unos buenos ingredientes, pero que no acaba de combinarlos del todo bien y se queda en un relato irregular con unos personajes y un planteamiento muy interesante.
+ La presencia del concepto de vida y muerte, y como las reflexiones de Willie van reflejándose en los demás personajes.
+ La fotografía de Mike Molloy. Captando los parajes españoles al atardecer en preciosos planos generales. Remarcando la soledad y la belleza del paisaje por el que cruza el grupo de amienemigos en su coche, acentuado por la banda sonora de Paco de Lucia.
+ El personaje de Terence Stamp como otro elemento que rompe con la línea del thriller. Parece ser el prisionero ideal de todo secuestrador. No opone resistencia, no intenta escapar e incluso en ocasiones ofrece su ayuda para que el plan salga bien, ya sea arreglando el coche o haciendo de traductor. Myron y Mr. Baddock no acaban de entender esta actitud. Él les repite durante todo el film, que la muerte no es más que otro paso más en el ciclo de la vida, que a todos les llega su momento ya sea hoy como mañana. Parece algo que ha estado reflexionado desde que decidió delatar a sus compañeros. Esta corazonada se mantiene hasta el final, incomodando a Myron, que lo tacha de loco, mientras que a Baddock no parece importarle, quizás no sea la primera vez que vea esta mentalidad. Tras unas complicaciones, Baddock decide matarlos ahí mismo. A la hora de la verdad, la fachada de Willie se viene abajo y suplica que no lo hagan. Los rogos de Willie no tienen ningún efecto en Baddock que lo dispara sin más.
+ La frialdad del personaje de John Hurt. Una figura impasible, precisa y económica con sus gestos. Recuerda al samurái de Melville. No muestra ningún signo de humanidad hasta que perdona la vida de Maggie, y al igual que ocurría con Jeff Costello, eso le cuesta su muerte. En sus momentos finales, las palabras de Willie le vendrán a la mente, e irónicamente, será el único que realmente parece preparado para morir.
+ La locura e impulsividad de Tim Roth, que más que un asesino a sueldo, parece un adolescente rebelde en unas vacaciones de verano.
- El personaje de Maggie (Laura del Sol) apenas sale de una mera caricaturización, y mantiene una extraña relación con Baddock que no justifica la decisión final de dejarla con vida.
- En definitiva, parece jugar con unos buenos ingredientes, pero que no acaba de combinarlos del todo bien y se queda en un relato irregular con unos personajes y un planteamiento muy interesante.