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Voto de Bobby Lee:
5
5,1
5.421
Drama. Thriller
Derrick, Cathy y Travis, tres jóvenes estudiantes de periodismo y compañeros de piso, deciden hacer un experimento como trabajo de clase: difundir un rumor falso para poder luego analizar sus efectos. Pero las consecuencias serán mucho más imprevisibles y graves de lo que podían imaginar en un principio. (FILMAFFINITY)
18 de septiembre de 2009
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película entretenida, de aquellas que se dejan ver con el gustillo de que el argumento va a dar dos o tres giros inesperados antes del final.
Como han dicho otros amigos, a partir más o menos de mitad de película, se convierte en bastante previsible. (spoiler) Sin embargo, quizás el final sea lo más inverosímil, tal vez por aquello de dejar con buen gusto al espectador y que el/la/los/las malos/as (que se intuyen casi desde el principio) reciban su castigo.
Los protagonistas, todos gente guapa, cumplen su papel y agradarán a sus fans.
Ver spoiler para completar. Y, aviso, destripo del todo la “peli”
Como han dicho otros amigos, a partir más o menos de mitad de película, se convierte en bastante previsible. (spoiler) Sin embargo, quizás el final sea lo más inverosímil, tal vez por aquello de dejar con buen gusto al espectador y que el/la/los/las malos/as (que se intuyen casi desde el principio) reciban su castigo.
Los protagonistas, todos gente guapa, cumplen su papel y agradarán a sus fans.
Ver spoiler para completar. Y, aviso, destripo del todo la “peli”
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Para empezar, desde el mismo momento en que sabemos que pesó sobre el personaje de James Marsden una acusación de violación ¿alguien se imagina que pueda ser inocente de ella? Es una regla cumplida al 100%, que todos los profesores/ amigos/colegas acusados de violación en las películas americanas, son culpables.
Al final,. El giro argumental para castigar al “malo” resulta un poco forzado, para cualquiera que conozca los entresijos de la ley, sobre todo la de EEUU.
No queda claro si van a llevar al culpable ante la ley, pero parece sugerirse que no, que se van a conformar con el castigo moral y difundir la verdad para conseguir su reprobación pública.
Eso, si es lo que quiere decir el director, es un acierto, porque, verán, es una acusación que no tiene ninguna posibilidad de prosperar. Unos profesores, estudiantes y amigos (menudos amigos) en connivencia con parientes de la muchacha que violó, organizan una complicada trama para hacerle creer que va a ser detenido por un asesinato (que no cometió, como él sabe muy bien) y una muerte accidental. Ante el terror a enfrentarse a uno/dos cargos (falso) de asesinato, prefiere confesar la violación. O sea, tenemos una confesión conseguida mediante la violencia física y psíquica, una grabación lograda de manera ilegal, sin consentimiento, y unos policías falsos (la suplantación de autoridad está perseguidísima, en EEUU). Lo raro sería que no acabaran en el trullo todos los acusadores, y el profesor expulsado de la Universidad. Y huelga decir que la difusión de dichas imágenes por Internet o mano a mano también es punible…
Al final,. El giro argumental para castigar al “malo” resulta un poco forzado, para cualquiera que conozca los entresijos de la ley, sobre todo la de EEUU.
No queda claro si van a llevar al culpable ante la ley, pero parece sugerirse que no, que se van a conformar con el castigo moral y difundir la verdad para conseguir su reprobación pública.
Eso, si es lo que quiere decir el director, es un acierto, porque, verán, es una acusación que no tiene ninguna posibilidad de prosperar. Unos profesores, estudiantes y amigos (menudos amigos) en connivencia con parientes de la muchacha que violó, organizan una complicada trama para hacerle creer que va a ser detenido por un asesinato (que no cometió, como él sabe muy bien) y una muerte accidental. Ante el terror a enfrentarse a uno/dos cargos (falso) de asesinato, prefiere confesar la violación. O sea, tenemos una confesión conseguida mediante la violencia física y psíquica, una grabación lograda de manera ilegal, sin consentimiento, y unos policías falsos (la suplantación de autoridad está perseguidísima, en EEUU). Lo raro sería que no acabaran en el trullo todos los acusadores, y el profesor expulsado de la Universidad. Y huelga decir que la difusión de dichas imágenes por Internet o mano a mano también es punible…