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Voto de Bobby Lee:
3
5,4
27.794
Ciencia ficción. Fantástico. Thriller
Año 1959. En la escuela elemental William Dawes, una profesora propone a sus alumnos una cápsula del tiempo en la que, por cincuenta años, se guardarán una serie de dibujos que ellos realizan teniendo como tema 'visión de futuro'. Una extraña niña llamada, Lucinda Embrey (Lara Robinson), tan solo escribirá una larga serie de números... y será esta hoja la que después caerá en manos de Caleb (Chandler Canterbury), el hijo del escéptico ... [+]
14 de abril de 2009
33 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que empieza con un prometedor comienzo, de los que te hacen frotarte las manos pensando en que vas a pasar un buen rato, con unos enigmas que, a priori, parecen muy difíciles, y que supones que, al resolverse, darán nueva orientación a la Humanidad, o algo similar…
Nada nuevo, en realidad, pero la aparición del protagonista, un físico de primera categoría, parece sugerir que los enigmas han sido dejados allí para que los resuelva una inteligencia superior, que sabrá qué hacer una vez encontrada la solución. Una historia padre-hijo tras la muerte de la madre, también mil veces vista, pero que bien desarrollada puede dar el punto emotivo a la película… Un científico descreído que se plantea el dilema entre determinismo y aleatoriedad promete, al menos, cierto nivel medio-filosófico.
En fin, te dices; no será una obra de arte, ni muy original, pero al menos pasaré un buen rato entretenido.
Sin embargo, nada se cumple. El enigma ni es difícil, ni hace falta Einstein para resolverlo. Es más, si al terminar la película miras hacia atrás, te preguntas ¿para qué el numerito de las “señales” esas del futuro que se entierran al principio de la película? Vayan al spoiler quien quiera saber algo más sobre este decepcionante punto.
Los efectos especiales, sin estar mal, no pueden salvar una película. Siento discrepar con algunos de los que han opinado bien de ellos, pero en el mundo de la revolución digital, donde cualquier tonto hace relojes, quiero decir que los efectos especiales se hacen con ordenador y punto, a una película de una gran productora hay que pedirle más, mucho más, que para eso se gastan millones de dólares y tienen los mejores equipos informáticos del mundo.
Las actuaciones… Nicholas Cage, con la cara de sufridor que nunca le abandona, corretea de aquí para allá sin enterarse nunca muy bien de lo que tiene que hacer. El resto de los actores, incluyendo los niños, tampoco parecen saber muy bien de qué va la fiesta.
Por cierto, alucinante el puesto que ocupa Adrienne Pickering en el reparto para su no-aparición en la escena ¿o es que me dormí, y me perdí cuando salía?
Y el final es forzadísimo, con un tufo a moralina fundamentalista, aunque al menos hay que agradecer que no nos salgan con la culpabilidad del Hombre en lo del medio ambiente, y absolutamente inverosímil. Me veo obligado a no desvelar nada aquí, mandando al spoiler a quien desee saber más.
Nada nuevo, en realidad, pero la aparición del protagonista, un físico de primera categoría, parece sugerir que los enigmas han sido dejados allí para que los resuelva una inteligencia superior, que sabrá qué hacer una vez encontrada la solución. Una historia padre-hijo tras la muerte de la madre, también mil veces vista, pero que bien desarrollada puede dar el punto emotivo a la película… Un científico descreído que se plantea el dilema entre determinismo y aleatoriedad promete, al menos, cierto nivel medio-filosófico.
En fin, te dices; no será una obra de arte, ni muy original, pero al menos pasaré un buen rato entretenido.
Sin embargo, nada se cumple. El enigma ni es difícil, ni hace falta Einstein para resolverlo. Es más, si al terminar la película miras hacia atrás, te preguntas ¿para qué el numerito de las “señales” esas del futuro que se entierran al principio de la película? Vayan al spoiler quien quiera saber algo más sobre este decepcionante punto.
Los efectos especiales, sin estar mal, no pueden salvar una película. Siento discrepar con algunos de los que han opinado bien de ellos, pero en el mundo de la revolución digital, donde cualquier tonto hace relojes, quiero decir que los efectos especiales se hacen con ordenador y punto, a una película de una gran productora hay que pedirle más, mucho más, que para eso se gastan millones de dólares y tienen los mejores equipos informáticos del mundo.
Las actuaciones… Nicholas Cage, con la cara de sufridor que nunca le abandona, corretea de aquí para allá sin enterarse nunca muy bien de lo que tiene que hacer. El resto de los actores, incluyendo los niños, tampoco parecen saber muy bien de qué va la fiesta.
Por cierto, alucinante el puesto que ocupa Adrienne Pickering en el reparto para su no-aparición en la escena ¿o es que me dormí, y me perdí cuando salía?
Y el final es forzadísimo, con un tufo a moralina fundamentalista, aunque al menos hay que agradecer que no nos salgan con la culpabilidad del Hombre en lo del medio ambiente, y absolutamente inverosímil. Me veo obligado a no desvelar nada aquí, mandando al spoiler a quien desee saber más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En primer lugar, resulta absurdo, por parte de quien sea (los extraterrestres, supongo) dejar tan complicado método de comunicación (mandar mensajes a una niña, para que deje un mensaje enterrado, que cincuenta años después sea encontrado). El mensaje es interpretado por el padre de uno de los “elegidos”, pero resulta que tras pegarse la currada de averiguar lo que significa, resulta que no puede hacer nada para evitar que ocurra… Pues vaya judiada.
Y cuando caes en la cuenta de que, además, los extraterrestres se comunican libremente con el “elegido” y le podrían haber dado el mensaje directamente… te preguntas ¿para qué la monserga del mensaje, la cápsula del tiempo, las profecías, el padre físico (para lo que puede solucionar Nicholas Cage, igual podría ser un padre destripaterrones) y demás? Que le manden un correo telepático de los que suelen mandarle durante toda la película… y ya está.
Sobre el final: obviamente, a los americanos les debe parecer muy normal que, tras la extinción de la Humanidad, los extraterrestres salven sólo a dos niños, y que, además sean dos niños de EEUU y de la misma ciudad… Todo muy normal, imagino, para los americanos. Que no le hagan ni un huequito al padre o la madre de los niños, a pesar de la Flota con la que cuentan, y salven a un par de conejos, ya es de nota, claro.
En fin. Todo parece una película en la que al principio se plantean unas ciertas ideas, no originales (profecías apocalípticas, advertencias, destrucción de la Humanidad, salvación de los elegidos, es todo menos original) pero que a medio camino se desechan y se decide acabar con un final sencillito, de los de fuego destructor y aquí no se salva ni el Tato.
Y a mi me recuerda la Historia de Abraham y el sacrificio de Isaac, pero al revés. Siempre he pensado que Dios nunca tuvo intención de matar a Isaac, y se limitó a gastar un bromazo de aúpa a Abraham.
Aquí es al revés. Los Dioses le dejan a Nicholas Cage una advertencia de Final del Mundo, le hacen creer que puede salvar el Mundo, luego que puede salvarse él, que va a ligar con una monada que le ayudará en sus planes, y al final le dicen: “Hoy no hay milagro, muchacho, a la barbacoa con todos” y se le llevan al hijo mientras le dejan con la cara de tonto.
Porque lo peor de todo, imagino, es la cara de tonto que se te queda el Día del Juicio Final si habías quedado con una chica.
Y cuando caes en la cuenta de que, además, los extraterrestres se comunican libremente con el “elegido” y le podrían haber dado el mensaje directamente… te preguntas ¿para qué la monserga del mensaje, la cápsula del tiempo, las profecías, el padre físico (para lo que puede solucionar Nicholas Cage, igual podría ser un padre destripaterrones) y demás? Que le manden un correo telepático de los que suelen mandarle durante toda la película… y ya está.
Sobre el final: obviamente, a los americanos les debe parecer muy normal que, tras la extinción de la Humanidad, los extraterrestres salven sólo a dos niños, y que, además sean dos niños de EEUU y de la misma ciudad… Todo muy normal, imagino, para los americanos. Que no le hagan ni un huequito al padre o la madre de los niños, a pesar de la Flota con la que cuentan, y salven a un par de conejos, ya es de nota, claro.
En fin. Todo parece una película en la que al principio se plantean unas ciertas ideas, no originales (profecías apocalípticas, advertencias, destrucción de la Humanidad, salvación de los elegidos, es todo menos original) pero que a medio camino se desechan y se decide acabar con un final sencillito, de los de fuego destructor y aquí no se salva ni el Tato.
Y a mi me recuerda la Historia de Abraham y el sacrificio de Isaac, pero al revés. Siempre he pensado que Dios nunca tuvo intención de matar a Isaac, y se limitó a gastar un bromazo de aúpa a Abraham.
Aquí es al revés. Los Dioses le dejan a Nicholas Cage una advertencia de Final del Mundo, le hacen creer que puede salvar el Mundo, luego que puede salvarse él, que va a ligar con una monada que le ayudará en sus planes, y al final le dicen: “Hoy no hay milagro, muchacho, a la barbacoa con todos” y se le llevan al hijo mientras le dejan con la cara de tonto.
Porque lo peor de todo, imagino, es la cara de tonto que se te queda el Día del Juicio Final si habías quedado con una chica.