Carl Sagan no esquivó el tema religioso, al contrario, lo trata bastante e incluso juega en el final con la paradoja de los testimonios como única prueba. Pero hasta aquí llegan las similitudes y empiezan los cambios y los agujeros argumentales.
Resulta que la película usa la religión como pilar fundamental, la fe como aval de la historia de Ellie. Mientras Carl Sagan nos relata un plan alienígena para que los humanos busquen y encuentren la evidencia que sostenga la historia oculta en los decimales del número Pí, aquí se olvidan del número Pí completamente lanzando el mensaje espiritualista de que hay que tener fe para sobrevivir como especie.
"Se ha hecho así durante millones de años", dice el extraterrestre, y aun estamos esperando que nos diga cuál será el siguiente paso para poder evolucionar, dado que no aporta ni un solo dato. La única "prueba" del viaje de Ellie que nos aporta la película consiste solo en el desfase temporal de 18 horas de nieve extras que la cámara digital de Ellie graba, dejando un agujero tan incomprensible como difícil de sostener. ¿Suponemos entonces que los extraterrestres (que conocían la tecnología terrícola de hace 50 años) adivinaron azarosamente que los humanos ya habían inventado el vídeo digital y no simplemente la cinta magnética?, ¿cómo es posible que Ellie, como científica implicada en el proyecto, la persona que conocía todos los datos, desconociera ese hecho?. Tenemos pues a unos extraterrestres que han dejado una prueba sin pretenderlo, cuya única ambición era que un humano se diese un paseo hasta el centro de la Galaxia y, aunque sabían que no lo iban a creer en su planeta, no se preocuparon lo más mínimo en aportarle datos (¿tan difícil era hablar del número Pí, o es que Zemekis ha menospreciado tanto al público que serían incapaces de saber que los decimales de dicho número son infinitos?). Y por otro tenemos a la doctora Arroway, que aun sabiendo que su cámara había grabado solo nieve, no se plantea que 18 horas de nieve producidas en una fracción de segundo también son una prueba.

Zemekis, por querer llegar a todo el Mundo, nos trató como tontos y nos dio una resolución inconsistente y estúpida. Ahí tienes el mensaje que querías, hay que creer por fe, magnífico, seguro que eso era lo que Carl Sagan quiso transmitir, eso mismo. Una verdadera lástima, si Sagan siguiese con vida no habría aprobado un final tan pobre con un mensaje tan vacío. Descanse en paz, maestro.