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Voto de floïd blue:
7
5,4
39.350
Acción
Un grupo de mercenarios es contratado para infiltrarse en un país sudamericano y derrocar a su despiadado y corrupto dictador. Una vez allí, se verán atrapados en una telaraña de engaño y traición. Una vez fracasada la misión, tendrán que enfrentarse a un reto aún más difícil; salvar la unidad del grupo y la amistad que los ha unido durante largos años. (FILMAFFINITY)
13 de agosto de 2010
19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
La línea temática de Stallone a la hora de hacer películas está ligada al género bélico, creo que entre otras cosas, porque para el argumento no se exige nada más que un motivo… Un motivo para entrar en guerra. Sencillito, no hay que complicarse.
Además, no se necesitan grandes guiones … De hecho los hace hasta el mismo Stallone.
Entre los escasos minutos de paréntesis en la acción, introduce diálogos de su cosecha que son un primor.
(Ir a la salita a leerlos; no descubren nada de la película, entre otras cosas porque es imposible, algunas “conversaciones” no tienen ni un sentido lógico de continuidad entre lo que dice uno y el otro.)
Ahora bien, este género no es el bélico, exactamente; no es el de mercenarios a lo Rod Taylor en Katanga o el de los Patos Salvajes. Son mercenarios a lo Rambo. Acción por acción.
Stallone ha compuesto un repertorio de acción tipo bélica en un pequeño escenario con la seguridad de que unos buenos efectos especiales lo arreglan todo. Aquí, cada uno dirá.
A Rambo le ha gustado más siempre ir por libre sólo que en estos tiempos parece que necesita compañía y ha sabido fichar muy acertadamente a un hombre que enlaza y da algo de coherencia a un torbellino de disparos y explosiones: Statham.
Importante también el trabajo de la muchacha para el trasfondo civil que requiere toda actuación de unos buenos mercenarios.
Como experto en esto del cine, Stallone introduce también viejas glorias a modo de cuñas para aumentar el espectáculo. Con Rourke y el rock uno se imagina ya que a continuación van a entrar los ZZ Top, y, la verdad, no hubieran desentonado nada. Y hubiera estado muy bien.
Los mercenarios, un equipo de centenarios ofreciendo un tipo de acción sin límites, ya consabida, en un escenario diferente y una serie de tipos gigantescos hechos de encargo.
Además, no se necesitan grandes guiones … De hecho los hace hasta el mismo Stallone.
Entre los escasos minutos de paréntesis en la acción, introduce diálogos de su cosecha que son un primor.
(Ir a la salita a leerlos; no descubren nada de la película, entre otras cosas porque es imposible, algunas “conversaciones” no tienen ni un sentido lógico de continuidad entre lo que dice uno y el otro.)
Ahora bien, este género no es el bélico, exactamente; no es el de mercenarios a lo Rod Taylor en Katanga o el de los Patos Salvajes. Son mercenarios a lo Rambo. Acción por acción.
Stallone ha compuesto un repertorio de acción tipo bélica en un pequeño escenario con la seguridad de que unos buenos efectos especiales lo arreglan todo. Aquí, cada uno dirá.
A Rambo le ha gustado más siempre ir por libre sólo que en estos tiempos parece que necesita compañía y ha sabido fichar muy acertadamente a un hombre que enlaza y da algo de coherencia a un torbellino de disparos y explosiones: Statham.
Importante también el trabajo de la muchacha para el trasfondo civil que requiere toda actuación de unos buenos mercenarios.
Como experto en esto del cine, Stallone introduce también viejas glorias a modo de cuñas para aumentar el espectáculo. Con Rourke y el rock uno se imagina ya que a continuación van a entrar los ZZ Top, y, la verdad, no hubieran desentonado nada. Y hubiera estado muy bien.
Los mercenarios, un equipo de centenarios ofreciendo un tipo de acción sin límites, ya consabida, en un escenario diferente y una serie de tipos gigantescos hechos de encargo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Entre los diálogos hay cosas como:
-¿Quedamos alguna noche para cenar?
-¿Cuándo?
-Dentro de mil años.
-Te he disparado cerca del corazón.
-Lo noto.
…
-Me harás un buen entierro.
-Hecho.
-¿Quién te manda? –Pregunta el matón calvo.
-¡Tu peluquero!
Después de tonelada y media de munición gastada entre explosiones y muertes, Stallone se levanta y le pregunta el colega:
-¿Qué te ha pasado?
-Me han machacado. Vámonos. Se acabó la conversación.
No es literatura de James Joyce, es un guión de Stallone. No se requiere más. Y, aunque sea difícil de creer, funciona. Lo que intuyes es lo que hay en Los mercenarios.
-¿Quedamos alguna noche para cenar?
-¿Cuándo?
-Dentro de mil años.
-Te he disparado cerca del corazón.
-Lo noto.
…
-Me harás un buen entierro.
-Hecho.
-¿Quién te manda? –Pregunta el matón calvo.
-¡Tu peluquero!
Después de tonelada y media de munición gastada entre explosiones y muertes, Stallone se levanta y le pregunta el colega:
-¿Qué te ha pasado?
-Me han machacado. Vámonos. Se acabó la conversación.
No es literatura de James Joyce, es un guión de Stallone. No se requiere más. Y, aunque sea difícil de creer, funciona. Lo que intuyes es lo que hay en Los mercenarios.