En absoluto es una mala comedia. No es original ni mucho menos de este tipo de entuertos en los que los americanos son especialistas, dirigidos a la conciencia de un modo sentimentaloide. Es engañoso o al menos moralmente reprochable mostrar tonterías que no se pueden dar en la vida para que la conciencia del ser humano aprenda a valorar los buenos sentimientos y así ganar el apego de la película, lo tenemos que reconocer. Yo habré caído, como muchos porque soy muy facilón a lo mejor, pero es que creo que no se trata de eso.

Esta película es una tontería pero graciosa, simpática y que además no ofende como muchas de este estilo donde predomina la grosería. Está muy bien hecha y los personajes sin estar trabajados son de lo más efectivos porque, como decimos, para el cine americano estos prototipos son más que básicos. Nos referimos al "Jerry McGuire" representante del jugador de baloncesto, que con su sentencia de "soy tu representante, no tu amigo" crea la moraleja de la situación que tendrá su réplica y contra réplica. Todas las componentes del equipo tienen apariciones de tiempo medido que las encasilla perfectamente, ninguna se hace odiosa y el rapero de los dientes relucientes evoca a esos paradigmas de tipos enamoradizos como el millonario de Con faldas y a lo loco que no pueden caer mal. Y por supuesto el protagonista que tiene una caracterización de alucine.

No la doy más nota porque no consigue más, pero es por eso, porque no trata de entrar en originalidades ni se plantea cotas más altas, no ha arriesgado y no lo ha hecho inteligentemente porque no ha pretendido más que ser lo que es: Una comedia juvenil muy bien hecha y graciosa en su básica medida.